En la diana
La condena del diferencial de tasa de interés
Primer Tiro
Las tasas de interés se encuentran en trayectoria ascendente desde inicio de año, y la devaluación anualizada actual sobre pasa la barrera psicológica del 7%. La hipótesis de que la magna caída del diferencial de tasa de interés (apalancada por la gran flexibilización monetaria) produce la aceleración de la tasa de devaluación que se ha observado en los últimos meses, no se puede rechazar. La reducción de esa diferencia a apenas 150 puntos básicos es la condena del diferencial de la tasa de interés que otras veces ha sido planteada en esta columna. La vinculación con el déficit fiscal es directa y proporcional, y se produce a través de la devaluación, la cual aumenta el costo de la deuda pública denominada en dólares, lo que a su vez aumenta el citado déficit. Pero los subsidios al precio de los combustibles y a la tarifa eléctrica, que evitan la inflación importada y absorben los efectos sobre la pobreza del nuevo choque petrolero, aceleran aún mas el déficit del gobierno central.
Segundo Tiro
El impacto de la caída del diferencial de tasa de interés y del aumento del tipo de cambio en el riesgo, y en el costo del refinanciamiento de la deuda pública, siempre será positivo. Las disminuciones en la Tasa de Política de Monetaria del Banco Central no producen disminuciones en los rendimientos de los títulos de deuda pública, lo que elimina toda posibilidad de que los vencimientos de esta en moneda nacional puedan ser refinanciados a menores costos. Lo que se produce la caída de dicho diferencial es el efecto inverso al de la trampa de la tasa de interés, el cual se produce por la aparición de expectativas de dolarización y salida de capitales, los cuales a su vez aumentan la demanda de rendimiento de los inversionistas que mantienen posiciones en moneda nacional. Un inversionista en moneda nacional siempre demandará un rendimiento que produzca un diferencial de tasa que sea por lo menos igual a la devaluación esperada, y también al rendimiento en moneda extranjera que demandaría un no residente a una inversión interna en dicha moneda, el que será igual a la tasa libre de riesgo mas el riesgo país
Tercer Tiro
La demanda de rendimiento de los inversionistas se ajusta al nivel de riesgo, y a las expectativas de tasas de interés esperada. Un aumento esperado en las tasas de interés internacionales es igual a un aumento esperado en las tasas de interés domésticas, pero el efecto de este último fenómeno obligaría a una revisión hacia la baja de la tasa de crecimiento del Marco Macroeconómico. Un nuevo aumento de las tasas de interés a través de un aumento de la Tasa de Politica Monetaria (TPM), o a través de una mayor restricción de la liquidez, no son decisiones que puedan justificarse en términos de alcances de metas de inflación. Solo la necesidad de mantener el diferencial de tasas podría justificarlas, pero hasta el límite de no aumentar los riesgos de inestabilidad financiera. La tasa de interés del nuevo panorama tiene un techo, y el rebrote inflacionario en los Estados Unidos y las perdidas de reservas lo han elevado, aunque la reforma y el plan de ajuste fiscal que se aplicaria en el nuevo periodo de gobierno lo pueden bajar.