FIGURAS DE ESTE MUNDO

Oración de los humildes

“Señor, tú escuchas la oración de los humildes, tú los animas y los atiendes. Haz justicia al huérfano y al oprimido: ¡que el hombre, hecho de tierra, no vuelva a sembrar el terror” (Salmo 10:17-18).

Al final del Salmo 10, hay declaraciones de fe y esperanza para los que sufren. Aquel deseo que ardía en los humildes cuando anhelaban el día del Señor entre las angustias y tribulaciones de este mundo. El Señor oye no el sonido de la voz, sino la disposición del corazón. De esta disposición interior dice el Apóstol: “Si lo que no vemos esperamos, con paciencia aguardamos”. Dios escucha el clamor de los humildes, los anima y les presta atención. El Señor hace justicia al huérfano y al oprimido, pues Su propósito es erradicar la violencia de la tierra, y finalizar, con su poder, las actitudes de maldad que traen injusticia y opresión entre los seres humanos. “Señor, tú escuchas la oración de los humildes, tú los animas y los atiendes.

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