Tiempo de Abinader
Hay dos cosas que los políticos hacen que el pueblo y sus seguidores desconocen, una es que entre ellos desayunan y comen, no cenan, juntos más veces de la que nos imaginamos, son amigos, adversarios políticos, no enemigos.
Otra es que saben cómo van en realidad en sus candidaturas, campañas y partidos, no lo pueden decir ni admitir después, aunque hallan dicho al país todo lo contrario.
Ahora saben perfectamente que solamente algo muy superior, un milagro de Dios u otra razón humana puede evitar la victoria del presidente Luis Abinader.
Es claro que eso no significa que se pongan a dormir y soñar despiertos, hay que seguir el trabajo hasta el mismo 19 de mayo cuando toca llevar la gente a votar.
Hay que ser agradecidos, y en eso el pueblo dominicano, generoso, trabajador y bueno, ha dado cátedras históricas, reelegir un hombre y un presidente como Abinader es un acto de justicia, de reconocimiento a un trabajo de excepción, y de fé en el futuro, porque en verdad lo mejor comienza en agosto.