Alcohol, cigarrillos y vape ¿Por qué algunos desarrollan adicción y otros no?

El consumo de alcohol, cigarrillos y vapes es común en muchos círculos sociales, e incluso durante ciertas festividades, las personas suelen excederse. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto no se considera una adicción. Solo un pequeño porcentaje de la población progresa hacia el consumo compulsivo que caracteriza esta problemática. También es probable que hayamos escuchado acerca de personas que tomaron la decisión de dejar de fumar o beber y lo lograron aparentemente con facilidad. Esto nos lleva a preguntarnos por qué algunas personas pueden controlar su consumo fácilmente, mientras otras no.

No existe una sola causa que determine si alguien sufrirá de alcoholismo o tendrá dependencia del cigarrillo o vape, sino que se debe a la combinación de una serie de factores biológicos y ambientales.

Entre los factores ambientales, la edad de inicio del consumo juega un papel crucial. Cuanto más temprano se inicie el consumo, mayor es el riesgo, siendo la adolescencia una etapa decisiva debido a que el cerebro aún no se ha desarrollado completamente, y la influencia social tiene un gran impacto en la toma de decisiones.

Además, son factores de riesgo las dificultades familiares, como crecer en hogares desestructurados, la ausencia de afecto, la violencia intrafamiliar, los antecedentes de trauma y un ambiente permisivo hacia el consumo de drogas.

En cuanto a los factores biológicos, destacan elementos de la personalidad como la impulsividad, que suele asociarse con comportamientos descontrolados como el consumo excesivo de alcohol o cigarrillos. Condiciones de salud mental como la depresión, la ansiedad y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad también se relacionan con un mayor riesgo. Además, tener padres o abuelos con historial de adicción aumenta significativamente el riesgo.

Aunque algunas personas pueden ser más vulnerables a la adicción, todos deberíamos ser precavidos al consumir alcohol o fumar, ya que cualquiera puede perder el control. Es importante destacar que, aunque una persona tenga múltiples factores de riesgo, si nunca entra en contacto con la sustancia, no desarrollará la adicción. Por otro lado, una persona que cumpla con pocos criterios, pero que consuma de manera frecuente y descontrolada, podría desarrollarla.

Incrementar los factores de protección, como fomentar habilidades de afrontamiento y comunicación, retrasar el inicio del consumo todo lo posible o evitarlo, así como abordar cualquier factor de riesgo identificado, son medidas que reducen la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Comprender las bases que generan la adicción ofrece a las personas la oportunidad de tomar decisiones informadas en su propia vida.

La autora es psicóloga

clínica, especialista en

adicciones y docente