Primavera de abril

Abril, el mes de la primavera, nos envuelve con su promesa de renovación. Para los creyentes, esta estación se vuelve aún más significativa gracias a la Resurrección de Jesús. Así como las flores emergen tras las dificultades invernales, también nosotros podemos encontrar triunfo después de los desafíos que se nos presentan.

Los apóstoles, tras la pasión y crucifixión de Cristo, experimentaron una transformación similar. Aunque inicialmente se sintieron abatidos, la resurrección les mostró que sus dificultades no eran el final. La vida, como las flores, puede renacer.

Así que, al igual que la primavera, recordemos que los sufrimientos pueden dar paso a momentos de alegría. Pongamos de nuestra parte, confiando en que, como las flores, también nosotros podemos florecer después de las tormentas.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.