Ideando

Pruritos de las marcas

Ahora, a diferencia de otros tiempos, los méritos de los medios de comunicación y de los programas se miden exclusivamente en función de la cantidad de seguidores que los mismos posean, y no en función del valor ético de su contenido.

Aunque la publicidad se empeña en llegar con sus mensajes a grandes audiencias al más bajo costo, ciertamente se dan algunos casos en que no es suficiente contar con esa supremacía receptiva, porque muchas marcas procuran también que los medios donde colocan sus mensajes posean valores que no denigren su imagen ni lastimen su buena fama.

Se ha demostrado que es cada vez mayor el número de personas que prefieren productos y servicios con los cuales se identifican porque abrazan causas nobles como responsabilidad social.

Desde este punto de vista, también los youtubers deben cuidar su imagen y su buena fama para hacerse confiables a las marcas que les acogen. A ningún producto ni a ningún servicio le interesa aliarse a figuras cuestionables y de fea reputación.

Pruritos de las marcas.

Ha habido países en que algunas marcas han recibido boicots de sus consumidores porque una figura que representa su imagen o un programa que le publicita da una nota despreciable en términos sociales, morales y hasta político que desploma su simpatía.

De ahí que lo más aconsejable es contar con alta audiencia, pero a la vez poder servir contenido sano y tener éxito a través de ambas virtudes.

En ese sentido narro una experiencia personal vivida a raíz de una colocación en un espacio de altísima audiencia. Sucede que el representante de una marca en el país escuchó una pauta en dicho medio y enseguida cuestionó la colocación alegando que vincular su marca con el contenido del espacio afectaba la reputación del producto y de la empresa que le representaba en el país, dada la ligereza de su contenido y el desparpajo con que algunos temas eran tratados allí y que él entendía eran nocivos para ambos. Apoyado en este criterio, enseguida ordenó la suspensión en ese espacio.