enfoque
Seguidores y expertos
Aumentar un 50% de precio en sólo un mes es un alza impresionante para cualquier producto. Pero se convierte en algo más extraordinario todavía si el producto no existe en realidad, más que como parte de un registro cuya vigencia depende de la aceptación que un conjunto de personas esté dispuesto a darle. El bitcoin, contrariando múltiples y recurrentes vaticinios acerca de su inminente desaparición, superó a principios de marzo los 69,000 dólares por cada unidad, haciendo multimillonarios a quienes fueron tan osados como para invertir su dinero en él.
Detrás del incremento en su valor se encuentra la escasez, ese rasgo que atrae a los seres humanos y ha hecho que el oro y los diamantes sean sinónimos de riqueza y opulencia. Por las reglas matemáticas que gobiernan su creación, el número máximo de bitcoins no podrá exceder los 21 millones, quedando ya menos de dos millones por crear.
No todo lo que es escaso sube de precio, sin embargo, pues la oferta es sólo un lado del asunto. Tiene también que haber demanda, y en cuanto al bitcoin ella proviene de la atracción que ejerce la posibilidad de obtener ganancias fabulosas, rápidamente y sin mayor esfuerzo.
Pero la vida del bitcoin - y de sus inversionistas - no ha sido plácida. Ha estado salpicada de continuas y enormes fluctuaciones a corto plazo, aunque a más largo plazo la tendencia ha sido alcista. En el proceso, no obstante, muchas personas han perdido sus ahorros, sea por vender luego de que el valor colapsara, o por causa de robos perpetrados por delincuentes cibernéticos. De hecho, se observa un comportamiento repetitivo, que se distingue porque los que invierten después de que el precio sube abruptamente, son los que pierden al vender luego de que desciende. En ese sentido, los expertos ganan y los seguidores pierden.
No sorprende, por lo tanto, que los seguidores quieran pasar al lado de los expertos. No ellos mismos, sino por la vía de invertir en fondos manejados por especialistas, cuya misión es anticipar cuándo el precio va a aumentar, comprar en ese momento, y vender cuando estiman que el precio ha subido demasiado. La apertura de esa clase de fondos, autorizada en los EE.UU. en enero pasado, fue en parte responsable por los incrementos de precio en febrero.