“Seguridad vial no ocasional”

El “Informe Mundial sobre la Prevención de los Traumatismos Causados por el Tránsito” publicado en el 2004 fue el punto de partida en búsqueda de un modelo en la movilidad a nivel global tendente a preservarle la vida a los usuarios del transporte.

Los organismos supranacionales liderados por Naciones Unidas, iniciaron campañas para dar a conocer sus resultados. Surgiendo así también una nueva comunidad internacional para la seguridad en el desplazamiento.

Esto con la convicción de que la LA SEGURIDAD VIAL NO ES OCASIONAL y que son necesarios recursos económicos para combatir la epidemia denominada Tsunami Silencioso. Se desarrolló una campaña de concienciación de gran alcance con la participación de líderes políticos, empresariales y de la sociedad civil de orden continental en procura de la integración de técnicos y hombres de Estado.

Esta jornada se centró en motivar las inversiones en infraestructuras viales más seguras por lo que con el nombre de Carreteras Seguras se organizaron numerosos eventos sin comprender la necesidad de otros elementos para lograr el desarrollo de los objetivos. En mi caso, teniendo la oportunidad de conocer grandes figuras, especialistas y ejecutores de políticas públicas en materia de seguridad vial y movilidad, entre los cuales puedo mencionar a dos de sus más representativos promotores, el Arzobispo Desmond Tutu, pacifista sudafricano destacado por su lucha contra el apartheid, y Lord Robertson de Port Ellen, quien había sido Secretario General de la OTAN, que en ese momento presidía la Comisión para la Seguridad Vial Mundial. Pero antes en Costa Rica al entonces Presidente Oscar Árias Sánchez y al Principe Michael de Kent de Reino Unido, entre otros no menos importantes.

Resulta que por invitación del Secretario General de ONU, el Sr. Ban Ki-moon, tuvimos el privilegio de ser Observador de dos eventos históricos celebrados en su sede principal de Ginebra, Suiza, en abril de 2007.

El primer acontecimiento en ocasión de dar a conocer la Primera Declaración de la Juventud sobre Seguridad Vial, y en ese orden oficializar el Día Mundial en Recuerdo a las Víctimas de Accidentes de Tránsito prescrito en la Resolución 60/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 26 de octubre de 2005, para que los Estados Parte del organismo multilateral conmemoren el día de sus víctimas el tercer domingo de cada noviembre. Tutu sostenía con verdad absoluta, que sin una voluntad política sostenida por mitigar los traumatismos ocasionados por el tránsito, era dificil combatir la pobreza.

Después de dos décadas de lucha por el mejoramiento de la seguridad vial continúan en vigencia sin logros sustanciales, las ideas de los pioneros y hombres de Estado, algunos de los cuales idos a destiempo sin ver resultados positivos, tal es el caso de Desmond Tutu y otros.

La República Dominicana siendo parte integral afectada por la epidemia del tránsito no presenta avances por razones simples: la incomprensión del tema de parte del liderazgo político nacional al no vincularlo a la agenda de desarrollo, situación generalizada en los países de bajos y medianos ingresos. Mas, en el caso particular nuestro se evidencia en indicadores manipulados y vergonzosos ante el mundo.

En dichas condiciones, jamás se podrán tomar decisiones trascedentales y eficientes en aras de erradicar los siniestros y sus secuelas en la red vial nacional si continuamos con la cultura del irrespeto a las normas, a las leyes y a las autoridades. Sin prever que estamos formando generaciones muy peligrosas en la movilidad, incluso desde las escuelas.

Como la seguridad vial no es ocasional, la prevención debe ser cotidiana, dinámica, con visión holística. No podemos tratar los congestionamientos desvinculados al sistema integral de la seguridad vial. Funciona como sombrilla de la movilidad, el tránsito y el transporte.

Hoy día le llamamos Enfoque Seguro donde es el ser humano el centro de las políticas de soluciones de esta problemática en la circulación.