enfoque

Espías y rameras

Es probable que al usted ver en el titulo la palabra “Espía” usted haya razonado que el tema central sería desentrañar la "polvareda" que ha levantado la controvertida Ley 1-24 que crea la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Sin embargo, aunque ese razonamiento pudiese parecer muy lógico, en realidad está errado.

En cuanto a espías es importante reconocer el papel sumamente importante que tuvieron varias mujeres asumiendo ese riesgoso papel durante la primera y segunda guerra mundial. Muchas de ellas, no tan solo hacían la labor de obtener información valiosa, sino que, además, hacían labor de sabotaje volando (destruyendo) trenes, puentes y otras estructuras estratégicas.

Son muchas, pero sólo vamos a enumerar dos: Mata Hari y Vera Atkins.

Durante la Primera Guerra Mundial, Hari se inició como agente (espía) alemana y posteriormente trabajó para el servicio secreto francés. Fue acusada de trabajar como doble agente, razón por la que fue fusilada por los franceses.

Atkins trabajaba para los ingleses, reclutaba mujeres a quienes entrenaba para el papel de espías y también con otro grupo de damas descifrando los códigos de comunicación de los alemanes, denominados “Enigma”. Eso fue de un enorme valor para destruir submarinos y otros buques de guerra alemanes.

Reconocemos que esa muestra es pequeña, pero tan solo deseamos destacar la labor como espías de mujeres valerosas.

A los espías que si les dedicaremos más espacio son a los que envió Josué a Jericó. Es probable que una persona quisquillosa y conocedora de los relatos bíblicos piense y diga: “No comprendo qué necesidad tenía Josué de enviar espías a Jericó, si ya él había sido parte de los que Moisés envió con igual encomienda cuando era el líder de Israel. Ese cuestionamiento podría parecer correcto, sensato y lógico, pero no lo es porque ese hecho había ocurrido 40 años atrás y es fácil deducir que en ese lapso pudieron haber ocurrido muchas transformaciones en Jericó, que incluyesen el aparato militar. Así, por ejemplo, Alemania fue derrotada en la Primera Guerra Mundial y quedó prácticamente destruida, sin embargo en tan solo 18 años (1918-1936) aumentó de manera enorme sus efectivos militares y armamentos. Y no ganaron la Segunda Guerra Mundial, básicamente por dos errores infantiles: 1- Invadir a Rusia en el momento inadecuado y 2- Declararle la guerra a Estados Unidos.

Rahab protegió a los espías israelitas, a cambio de que salvaran la vida de ella y de sus familiares cuando invadieran a Jericó.

Rahab protegió a los espías israelitas, a cambio de que salvaran la vida de ella y de sus familiares cuando invadieran a Jericó.EXTERNA/

En cuanto a Josué, necesitaba imperiosamente conocer por medio de sus espías informaciones actualizadas relacionadas con ese pueblo. Veamos el relato bíblico: “Josué, hijo de Num, envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron y entraron a casa de una ramera que se llamaba Rahah, y posaron allí”. (Josué: 2:1).

Estos espías usaron la estrategia de ir a casa de una ramera con el propósito de despistar. Y además, ella tenía mucha fama y era muy visitada por el oficio que realizaba. No entraré en más detalles para evitar escandalizar a los religiosos santurrones.

Ramera en el pasado era una rama colgada a la puerta de una casa o de un establecimiento comercial, significaba cuerpo a la venta. por eso las comadres con su cotilleo comenzaron a llamar rameras a las mujeres que ejercían ese oficio. En realidad, el origen de esa palabra es antiquísima. Pero la palabra “ramera” aparece escrita por primera vez en español a finales del siglo XV en uno de los libros más conocidos “La Celestina” (1499) de Fernando Rojas, donde dice: “Esta mujer es marcada Ramera, según tú me dijiste, cuanto con ella te pasó has de creer, que no carece de engaño. Sus ofrecimientos fueron falsos y no sé yo a qué fin”.

Los espías de Josué creían de manera ilusa que su presencia en tierra de Jericó pasaría desapercibida. Pero los hechos no ocurrieron como ellos habían creído, debido principalmente a que en Jericó estaban muy pendientes a sus “vecinos” israelitas que tenían en sus fronteras, de un modo parecido a como estamos nosotros atentos a lo que ocurra con nuestros vecinos haitianos. En el caso de esos espías “fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la Tierra”. (Josué: 2:2).

Una persona quisquillosa podría pensar que por versículos como ese es que resulta difícil y hasta imposible aceptar la veracidad de los relatos bíblicos, porque parece infantil y hasta exagerado que la Biblia destaque que la presencia de dos hombres sencillos en Jericó buscando sencillamente satisfacer sus deseos sexuales, se convierta en un “Asunto de Estado”, con una trascendencia tan vital que incluso tenga que ser informado al rey de Jericó.

Responderemos que, aunque a muchas personas ateas les parezcan infantiles, pueriles e inverosímiles los relatos bíblicos, no debe ser tomado como ofensivo para los creyentes, en realidad son inofensivos, en primer lugar, porque ese es su derecho, y en segundo lugar, porque no suelen razonar con sabiduría. Por ejemplo, en este caso era muy fácil percibir que aunque ciertamente estos visitantes no eran personas de alcurnia que llamasen la atención, sí lo eran por el simple hecho de ser israelitas, porque en Jericó estaban en estado de alerta, esperando ser invadidos por Israel. Esa fue la razón de que rápidamente consideraron a estas personas como espías y se sintieron alarmados por la presencia de ellos en su territorio. En Jericó consideraban inminente el enfrentamiento bélico con Israel. Así que creemos que ha quedado claro que aunque no eran personas prestigiosas, tampoco podían ser consideradas comunes e inofensivas.

En todas las épocas los espías han sido considerados seres despreciables que no merecen ser tratados con consideración (en caso de ser atrapados), como si la tienen con los soldados regulares hechos prisioneros en combate, debido a que se estima que estaban combatiendo con honor.

Como la labor de todos los espías del mundo es obtener información que sea valiosa, eso fue lo que obtuvieron estos espías con Rahab la ramera, a quien a cambio le prometieron que la vida de ella y sus familiares sería preservada cuando invadieran a Jericó.

La invasión ocurrió, Jericó fue derrotado y la promesa de los espías fue cumplida. Así que no solamente la vida de ella y sus familiares fue preservada, sino también que ella fue llevada a vivir con los israelitas. (Josué 6:25).

Y después ocurrieron cosas favorables para Rahab, yaque estando viviendo en Israel no siguió ejerciendo el oficio de ramera y, no solo eso, sino que como ella era muy hermosa, tenía un cuerpazo escultural y con una fama “especial”, entonces ocurrió que uno de los principales de Israel, Salmón, que era muy rico, se enamoró de ella, se casaron y fueron muy felices.

Fruto de ese matrimonio engendraron a Booz, éste se casó con Ruth y ellos engendraron a Obed, de quien descendió Isaí, padre del rey David. Y continuando con esa genealogía, llegamos hasta José, quien fue el marido de María, de la cual nació terrenalmente Jesucristo. Es decir que a nivel terrenal Jesucristo desciende de la ramera Rahab (Leer la genealogía de Jesucristo en Mateo 1: 1- 16.

Ese hecho innegable e irrebatible, de que Jesucristo a nivel terrenal desciende de una ramera, está sumamente claro en la Biblia, sin embargo, los escritores y predicadores santurrones (sacerdotes, pastores y predicadores laicos) nunca se refieren a ese hecho incontrovertible, debido a que quizás sienten como una especie de “prurito psicológico”, o sea, una “vergüenza hipócrita”. Esa dura palabra “hipócrita” se la dijo en varias ocasiones Jesucristo a los fariseos.

Nuestra conclusión es que cualquier persona puede aprovechar una segunda oportunidad para redimirse y triunfar.

En nuestra vida cotidiana, sin sentimientos de culpa que son muchas veces inducidos por religiosos fanáticos y profanos en los asuntos divinos, ignorando que YHAVÉ directamente nos dice lo siguiente: "Venid y litiguemos –dice el Señor- aunque vuestros pecados fuesen como la grana, quedarán blancos como la nieve; aunque fuesen rojos como la púrpura, quedarán como la lana”. (Isaías 1:18, versión Biblia de Navarra).

El autor es general psiquiatra (retirado) del Ejército

Tags relacionados