Tribuna del Atlántico

“El domingo, si Dios quiere”

Una de esas bachatas clásicas, de los tiempos en que ese género era casi sinónimo de cabaret y de tragedia, cantada por Marino Pérez, comenzaba con esa expresión, “El domingo, si Dios quiere”, anunciaba la visita, “a la tumba de Mary a llevarle florecitas”.

Sin el tinte trágico de la canción, ni la voz melancólica de Marino, los dominicanos acudimos nuevamente a la cita con la democracia, cuando nos toca elegir las autoridades municipales, este domingo, si Dios quiere.

A juzgar por la retórica de los partidos, vamos a tener un resultado del 140 por ciento, ya que oficialistas y opositores, aseguran que obtendrán el 70 por ciento de las posiciones electivas.

Para algunos, las elecciones municipales del domingo, son un indicador de lo que pasará en mayo, personalmente no creo que lo del domingo sea palabra de Dios para mayo, pero de seguro marcará algunas tendencias.

Llegamos a la fecha, en medio de denuncias de la oposición de uso de recursos del Estado para favorecer a los candidatos oficiales, “lo mismito del año pasado”, dice el cuento del borracho, el Gobierno asfaltando calles y callejones para apuntalar a sus alcaldes, “lo mismito del año pasado”, operativos médicos con la participación de instancias públicas, a estas alturas habría que recordar al del cuento, que las elecciones no son todos los años y que debería decir, “lo mismito de hace 4 años”, o algo así.

Sin faltarán más asuntos de alarma, el magnífico concierto de Juan Luis Guerra, que disfrutaron alrededor de 50 mil dominicanos, fue el escenario de una de las travesuras del Karim, que algunos llaman príncipe.

De inmediato, el PRM y Dío Astacio, se desmarcaron de la acción, alegando que desconocían la misma y que no fue aprobada por ellos, lo que nos lleva a preguntas obligadas, ¿Cómo puede una campaña estar al margen de una acción como esa, que requiere planificación, permisos y que cuesta millones de pesos? ¿Ese, “donativo”, se contabiliza en los gastos de la campaña del pastor?

Hay quien diga que, luego de eso, Juan Luis, cantó la canción, El costo de la vida, como no estaba ahí, no sé si fue coincidencia, o si iba en ese orden la canción de fuerte contenido de crítica social, pero sin perder las características que hacen de Juan Luis, un compositor excepcional.

A estas alturas, uno esperaría, que alguna instancia del partido de Gobierno, hubiera presentado las excusas formales, a uno de lo más grandes exponentes del arte nacional.

Pero aún no escucho nada de eso, será tal vez por la misma razón, que esa organización nunca se excusó, ante el pueblo, por los candidatos que llevó en su boleta y que han resultado acusados de narcotrafico, lavado de activos, “y cosas así”.

De todos modos, uno espera que, “El domingo, si Dios quiere”, la gente acuda masivamente a las urnas, que escoja libremente a los mejores representantes de sus comunidades, que no resulten electos, personas que luego sean apresados por delitos de gravedad, como los mencionados.

“El domingo, si Dios quiere”, la Junta Central Electoral, deberá despejar, la mancha de las suspendidas municipales del 2020, que todavía, nadie ha explicado bien y por la que nadie ha pagado nada.

“El domingo, si Dios quiere”, uno espera un proceso sin traumas, que fortalezca la democracia dominicana, un país, que aún puede exhibir, una estabilidad política, envidiable en la región.

Que así sea.

Tags relacionados