PENSAMIENTO BÍBLICO

Palabra perdurable

“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”, Jeremías 15:16.

Boca de Dios. Voz del Señor. Heraldo y atalaya del Altísimo.

Eso fue Jeremías, profeta llamado en 626 a C. y quien además sufrió el peso de las palabras del Santo de Israel.

Sin embargo, tras comer palabras de Dios, la guardó en el corazón, a fin de no pecar.

Puesta en lo más íntimo para proclamarla.

¡Qué privilegio ser vocero de Dios! Gozo y alegría, pues Cristo es la palabra perdurable, inagotable de vida.

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