Desde mi pluma
Los retos venideros
En el ocaso de un turbulento 2023, se vislumbra un año sumamente retador para República Dominicana, en especial, por tratarse de un año electoral.
El país celebrará durante el primer semestre de 2024 dos contiendas importantes para escoger a sus próximas autoridades y desde ya es posible asegurar que no es ni será una campaña tranquila. Cuando se habla de este tema, los ánimos se caldean, las pasiones se apropian de todos los escenarios y los intereses se sobreponen al bienestar colectivo.
En lo que le atañe a la población en general, la inflación, la pobreza, la inseguridad, el deterioro de la educación y los servicios de salud siguen siendo materias pendientes.
No olvidemos la cantidad de hechos delictivos que afectaron a la ciudadanía, la subida notoria de los productos y alimentos de la canasta básica familiar, los resultados paupérrimos de los estudiantes dominicanos en pruebas de aprendizaje internacionales y las constantes quejas de la gente por el mal servicio en los centros hospitalarios públicos.
Todo esto me parece un volcán a punto de entrar en erupción que podría explotar ante las narices de cualquiera que resulte electo presidente en los próximos comicios. Y, me parece propicio hacer mención de esto porque no son los temas en los que se basan principalmente las propuestas de los candidatos, o quizá, no son las que están ganando más notoriedad.
Este año que se avecina será determinante para el futuro de nuestro país, sobre él descansan las expectativas de millones de dominicanos y las esperanzas de tener una mejor vida.
Por eso, es importante que todos los ciudadanos nos involucremos en el proceso electoral y exijamos a los candidatos que presenten propuestas concretas para abordar los retos que enfrentamos. Hagamos de este 2024 el año que soñamos y merecemos.