Desde mi pluma
Vías mortales
República Dominicana es el país con mayor tasa de mortalidad por accidentes de tránsito ¡del mundo!
Detengámonos un minuto a comprender lo que significa esto. Superamos en esta estadística a países con densidad poblacional hasta diez veces superior a la nuestra.
No salimos del asombro con una tragedia que sigue doliéndonos en lo más profundo cuando tristemente, ocurre otro fatal accidente que al momento ha cobrado la vida de diez ciudadanos y ha dejado más de una docena de heridos en la carretera Sánchez, a la altura de Quita Sueño en San Cristobal.
Es devastador pensar en las vidas que se perdieron, en sus familias.
Pero, como humanos, también es inevitable pensar en el millón de escenarios en los que pudo evitarse.
Lo más lamentable es que estos desgarradores choques son un verdadero “pan nuestro de cada día”. Son tan frecuentes los siniestros en carretera que hemos llegado al punto de normalizar la situación.
Y hemos creado una coraza que nos inhibe de sensibilizarnos cuando algo similar sucede.
Fortalecer la educación vial, implementar controles más estrictos en carretera, especialmente en zonas que han demostrado ser susceptibles a este tipo de colisiones y mejorar las condiciones de nuestras vías son medidas urgentes para el país.
La reducción de la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito es una responsabilidad de todos.
El gobierno debe tomar medidas para mejorar la seguridad vial, pero los ciudadanos también deben asumir su parte, dejar de conducir de manera tan temeraria, violando
las ordenanzas, las señales y poniendo en riesgo al peatón porque no hay segundas oportunidades para enmendar un accidente fatal.