Oye PAÍS

Penoso retroceso

La Ley Electoral recientemente reformada, en vez de corregir muchos entuertos, como advirtió y pidió la Junta Central Electoral para que fuera adaptada a la realidad y evitar que sea fuente de problemas, antes que de soluciones y/o garantías del ejercicio de la democracia y la institucionalidad como la sociedad espera, vemos ha sido todo lo contrario.

Este preámbulo lo refiero a lo que está ocurriendo en este proceso de primarias para la elección interna de los partidos en la escogencia de sus candidatos para las elecciones del 2024.

En el 2019, el PLD, por ejemplo, se debatió duramente, entre las tendencias de Danilo Medina y Leonel Fernández, en el tipo de escogencia que apoyaban: abiertas o cerradas, pero de votación directa, en que la militancia de su partido pudiera escoger a sus candidatos de una forma transparente y libre, como lo plantea el voto secreto.

Creo firmemente, y la experiencia que se está viviendo me dan la razón, de que el mecanismo decidido por los partidos de ‘escoger’ a los candidatos por ‘encuestas’ no es más que un retroceso inexplicable para los procesos electorales. Un retroceso que solo provoca más problemas que soluciones.

Hoy no hay quien crea que no se ha hecho trampas, en todos los partidos que han anunciado ‘escogencias’ mediante las encuestas. Yo también lo creo. Y creo más. Que nueva vez el nefasto dedo, la negociación interna entre las tendencias en pugna de los principales partidos, se han ‘repartido’ nueva vez las candidaturas, cuando no que han cedido puestos por complacencia, por intereses.

Qué penoso retroceso. Y aún así, aunque todos lo saben, quieren disfrazarlo.