Desde mi pluma
Mes rosa
Era muy pequeña la primera vez que supe lo que era el cáncer de mama. No me enteré de la enfermedad porque me la habían explicado, sino al ver la luz de una joven y muy apreciada vecina apagarse poco a poco por los estragos que hacía en su cuerpo esta pesadilla por la que pasan miles de dominicanas al año y a millones alrededor del mundo.
Octubre es el mes de la lucha contra esta terrible enfermedad que nos toca a todos de alguna manera u otra, en especial a las mujeres.
Es un momento propicio para promover que, si bien es un tumor maligno, puede combatirse con detección temprana, con prevención, con un buen cuidado de la salud.
El cáncer de mama afecta no solo a quien lo padece, sino también a su entorno familiar y social. Por eso es sumamente importante que el Estado cree un marco sólido de políticas sanitarias que ayuden a mitigar la incidencia de la enfermedad en República Dominicana.
Hace falta que se creen programas para subsidiar los costosos tratamientos y que se trabaje con ímpetu en la prevención, desde las escuelas, los espacios públicos, entre otros lugares.
Pero para que esto sea posible, es necesario que la población se involucre más allá de portar un listón color rosa o postear una frase de apoyo en redes sociales. Cualquier esfuerzo en la tarea, por más mínimo que parezca, puede hacer la diferencia y salvar una vida.