Tribuna del Atlántico
Buena racha para el gobierno
El presidente Luis Abinader y el PRM, parecen estar en un buen momento, una buena racha, el resultado de las primarias, el cierre de la frontera y la política frente a Haití, parecen haber colocado al mandatario, en una buena ola.
La política marcha al calor de las rachas, las buenas y las malas, Balaguer con toda su experiencia, creía en ellas, el pasado año, en octubre, escribimos: “Augurios, dislates y reelección”, en la que hacíamos referencia a una serie de eventos inoportunos al calor del encendido de los motores del proyecto reeleccionista.
En mayo en: “Una serie de eventos desafortunados”, analizaba la cadena de eventos, una directora regional de Salud, conminando a empleadas a participar en un acto político, so pena, de ser canceladas, la reacción del ministro de Medio Ambiente, sobre la nomina de un millón de pesos que pagaba ese ministerio a protegidos de un periodista, las muertes neonatales, las denuncias del ministro de Educación, etc.
En ambos casos, evidentes rachas negativas del Gobierno.
Ahora el ambiente es otro, el Gobierno ha entrado en una racha positiva, el manejo de la crisis por la construcción del canal en Haití, le ha dado respaldo popular, el resultado de las primarias, a pedir de boca, buena participación, un resultado contundente frente a sus opositores internos, logística al margen, tiene una racha más que positiva. Nadie puede negarlo, la suerte parece haber cambiado.
El tema ahora es, sostener esa buena racha, hasta mayo, no es imposible, pero va a requerir de mucha inteligencia y, sobre todo, de cómo reaccione la gente, ante los dramas del cada día, sin dejar de lado el rol de la oposición y hasta qué punto logre imponer su relato para los comicios. Días antes, la Fuerza del Pueblo llevó a cabo una contundente demostración de masas.
El problema es que, a veces, lo bueno tiene el germen de cosas no tan buenas, el exitoso impacto público del cierre de fronteras, una acción con un fuerte contenido de política electoral, ya lo hemos dicho, puede tener y parece que ya los tiene, efectos indeseados, el reverso de la moneda comienza a dar señales.
Fernando Capellán, presidente de Codevi, anuncia su renuncia de la presidencia de la Asociación para el Desarrollo Inc. APEDI, una entidad emblemática, símbolo del desarrollo de Santiago, en los últimos 60 años.
Dice Capellán: “Por los efectos del conflicto en la frontera Dominico- Haitiana y su impacto en Grupo M y Codevi, me veo en la obligación de dedicar todas mis energías, tiempo y esfuerzo a esta problemática a fin de honrar mi compromiso con nuestros clientes, empleados, asociados, suplidores…”
Para el buen entendedor, el empresario, está consciente de que la situación le generará, problemas laborales, judiciales o de cualquier otro tipo. Evita que los temas de sus empresas, afecten a la simbólica entidad.
Lo que eso indica, no parece bueno.
Justo el lunes el presidente anunció que no hay planes de abrir la frontera por el momento. ¿Qué impacto tiene eso en quienes viven del comercio transfronterizo, más allá de pollos y huevos?
No pretendo ser interpretador de malos augurios, pero todo tiene su anverso y reverso.
En noviembre o en enero, la vida real puede darnos en la cara, con azúcar cara, o sin ella, con el impacto de precios en artículos básicos, un país con un gasto de capital bajísimo, donde aún toma tiempo renovar un pasaporte, si la brisa es fuerte puede estimular el relato oficial o apagarlo, y ahí, podremos ver, con más claridad, si la buena racha le sigue al Gobierno o no.
Si las buenas primarias y el cierre de fronteras, pesan más, o menos, que la, a veces, cruda economía.
El tiempo, siempre tiene la última palabra.