en la diana

Condena de la tasa de interés

rimer tiro

La inflación subyacente (la que se toma en cuenta para determinar el grado de influencia de la política monetaria en las variaciones de los precios) se mantiene a la baja, pero continua por encima de la inflación general. La reducción de 224 puntos porcentuales registrada durante el periodo mayo 22/ julio 23 puede atribuirse a la política monetaria restrictiva que estuvo vigente hasta junio del cursante año, fecha del inicio del cambio en la orientación de esta. Pero desde esa fecha y hasta la actualidad, el tipo de cambio se mantiene al alza, aunque todavía por debajo de los promedios registrados en los meses del 2021, lo que significa que si existen expectativas cambiarias alcistas, las mismas estarían muy lejos de traspasarse a los precios. La consistencia temporal entre inflación bajando y tipo de cambio subiendo (lo normal es que ambas variables se muevan en la misma dirección) podría ser explicada a través de los efectos de la tasa de interés en los mercados cambiario y de capitales.

Segundo Tiro

Toda reducción de la tasa de interés en moneda nacional produce una disminución de la tasa máxima de devaluación tolerable por los inversionistas que mantienen sus activos en en dicha moneda, aunque hay que tomar en cuenta que las expectativas no se distribuyen homogéneamente entre todos los inversionistas. Aquellos con expectativas de que el tipo de cambio permanecerá estable, mantendrán sus inversiones en moneda nacional, colocando las mismas en los títulos de la mejor combinación riesgo/rendimiento que le permita compensar la reducción en la tasa de interés, suponiendo estable la máxima devaluación esperada tolerable. En cambio, los inversionistas con expectativas de aumentos en el tipo de cambio por encima de la devaluación máxima tolerable convertirían sus inversiones a la moneda extranjera, lo que sería un factor de presión sobre dicha variable. La teoría y el modelo presentado más arriba podrían explicar satisfactoriamente lo que está ocurriendo en los mercados cambiario y de capitales, en los que los inversionistas ajustan sus posiciones en función de la devaluación esperada.

Tercer Tiro

Desde mediado del mes pasado y hasta la fecha, el índice de precio de la deuda pública se mantiene estable, en la frontera de 116.2, mientras que la devaluación acumulada desde el inicio de la flexibilización monetaria hasta los primeros días del cursante mes subió a 2.7%. La interpretación del primer dato permite concluir que la demanda de títulos de la deuda pública no está aumentando, lo que a su vez podría ser un indicador indirecto de que las expectativas devaluatorias e inflacionarias de los inversionistas que mantienen sus activos en moneda nacional se mantienen estable. Aunque es imposible establecer una relación de causalidad entre la devaluación acumulada citada y las expectativas devaluatorias de los inversionistas dispuestos a cambiar sus activos desde pesos a dólares, tampoco es posible establecer relación entre esta y los factores fundamentales del ámbito macroeconómico que determinan las variaciones del tipo de cambio. La diferencia entre la tasa de interés interna en moneda nacional y la externa en dólares es la variable determinante de la decisión de mantener activos en una u otra moneda. A corto plazo esa diferencia podría aumentar, pero no disminuir, una condena sobre la tasa de interés interna en moneda nacional.