Leonel tapa los RD$187,000 MM de su monstruoso déficit fiscal

Desde su Observatorio Global, que publica quincenalmente en el matutino Listín Diario, el expresidente Leonel Fernández ha cambiado su papel crítico sobre temas políticos contra el Gobierno a una versión de ensayos de novelas. Sus dos últimas entregas son únicas en este género: “Un país a la deriva frente a un Gobierno desbordado por su incompetencia”, y “La paranoia financiera del PRM”.

Ambas se destacan por una unión de narraciones y hechos imaginarios que se combinan hábilmente, siempre con el fin de atraer simpatías y, cubiertamente, propagar espejismos para confundir al lector.

Leonel persigue desatar una situación de descontento para generar rechazo popular al Gobierno y al PRM, y alzarse con las glorias. Todo queda claro, empezando desde el segundo renglón de su escrito, cuando cuestiona la efectividad de los préstamos hechos por el Gobierno, al negar el impacto de las inversiones gubernamentales en la construcción de acueductos, escuelas, centros de salud y otras obras de infraestructura.

Su argumento base es que “buena parte” de esos recursos fueron depositados en el Banco Central y en el Banco de Reservas, sin movilizarlos para obras de desarrollo.

Su mensaje, sin embargo, choca con la realidad. En construcción de acueductos, el Gobierno del presidente Abinader ha invertido más de RD$ 20,000 millones en mejora, ampliación, construcción y rehabilitación de sistemas de abastecimiento de agua y alcantarillados sanitarios y está en plena ejecución de 255 obras, localizadas en 24 provincias.

También se destaca una inversión de más de RD$ 5,126 millones en infraestructura y equipamiento, remozamiento e inauguración de centros y unidades de servicio en 179 centros de salud. En educación, más de RD$ 2,760 millones se han destinado en la construcción de 53 escuelas y se han rehabilitado 5,800 planteles, con un gasto de 6,000 millones de pesos.

Según Leonel, el depósito de tantos recursos en bancos del Estado se produjo una estimación equivocada de los ingresos y gastos previstos en los presupuestos originales y complementarios entre los años 2020 y 2023. En otra parte, afirma que se estimaron déficits gigantescos y, por eso, funcionarios del sector financiero decidieron endeudarse, colocando bonos aquí y en el exterior.

Para Leonel Fernández, el gobierno del presidente Luis Abinader no ha hecho nada por el país. Sin prever las consecuencias por su referencia a déficits presupuestario, Leonel volvió a dispararse a su propio pie. Sin escapatoria a su pasado, aunque intente auto sobrevaluarse como el salvador del país, fue él quien dejó al Estado sin fondos a su salida del poder en 2012.

Ese año, en 2012, el Presupuesto del Gobierno era de RD$ 430,000 millones y nada más en sus primeros siete meses Fernández ejecutó RD$ 520,000 millones. Así, cuando Medina asumió su mandato, en agosto de 2012, reveló que había recibido un maletín lleno de facturas.

Y poco después se destapó que la Administración de Fernández había acumulado un escandaloso déficit fiscal de RD$ 187,000 millones que ahora parece haber olvidado. Fue de tal dimensión este escándalo que en 2012 el presidente de Alianza País, Guillermo Moreno, interpuso una denuncia sobre presuntos actos de corrupción en contra del mismo Fernández, Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa, señalándolos como responsables de ese déficit fiscal.

Por esto, la ciudadanía reventó de ira y se tiró a las calles a reclamar consecuencias y a denunciar que, en gran medida, ese déficit era el fruto del mal manejo de los gobiernos de Fernández, los del período 2004-2012. Pero no hubo mayores consecuencias, porque Medina le dio un mano al advertir de que no quería ¨lanzar piedras hacia atrás”.

A lo que sí tiene miedo de tratar son los temas de corrupción, transparencia e impunidad, y tiene razones de mucho peso para eso.

Fue a partir del segundo de sus gobiernos cuando sus antiguos compañeros peledeístas se vieron envueltos en escandalosos casos de corrupción y empezaron a sacar malas notas en transparencia. Cuando Leonel y su viejo PLD llegaron al poder en 1996 fundamentó su campaña en la promesa de eliminar la corrupción, aunque con el paso de los años este tema se convirtió en la principal piedra de escándalo de su gestión.

Como consecuencia, varios de sus altos dirigentes fueron denunciados o sometidos a la Justicia acusados de delitos que atentan contra el Estado dominicano, sindicados como traficantes de influencias y enriquecimiento ilícito.

Los casos más notables constan en archivos, como el escándalo de corrupción del Plan Eventual Mínimo de Empleo (PEME), por el que varios de sus funcionarios fueron acusados de malversar más de RD$ 1,000 millones. Y fueron acusados, entre otros, Diandino Peña, Haivajoe Ng Cortiñas, Simón Lizardo, Luis Incháusti.