Los excesos

La ética nos compromete a hacer un uso correcto de las cosas. Si bien es cierto, muchas prácticas no son pecaminosas, el exceso en las mismas sí.

Por ejemplo, cuando se excede en bondad, se cae en debilidad y se deja de corregir. Hasta en las cosas buenas hacen daño los excesos. La comida y la bebida es buena, pero hay que evitar consumirlas en exceso. ¡Cuidémonos!

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.