en la diana

Riesgos de expectativas calentadas

Primer Tiro

Aunque el fenómeno no sea significativo económica y estadísticamente, parecería que habría que tomar en cuenta que el tipo de cambio ha aumentado permanentemente desde el inicio de la nueva política monetaria. De RD$ 54.66 por dólar registrado el 30 de abril, el tipo de cambio promedio de venta subió a RD$ 55.43 hace dos días. Si es pertinente y relevante preguntarse si el mismo representa algún riesgo de brote de expectativas devaluatorias y de sobrecalentamiento, entonces es necesario repetir y reiterar el planteamiento de los impactos esperados de una tasa de interés por debajo de la que corresponde a una situación con libre convertibilidad y movilidad de capitales, en la que un inversionista nacional siempre demandará un rendimiento igual o mayor que la suma de la tasa de interés internacional libre de riesgo, la devaluación esperada y el riesgo/país. Si la tasa de interés de mercado relevante es menor que dicha suma, entonces los mismos preferirán invertir fuera del país, lo que producirá aumento en la demanda de moneda extranjera, en las salidas de capitales, y en el tipo de cambio.

Segundo Tiro

La teoría predice que, si se produce una reducción de la tasa de interés relevante, y si la devaluación esperada se mantiene constante, o aumenta, los inversionistas cambarían de posiciones en la moneda nacional hacia la moneda extranjera, y desde el mercado nacional hacia el internacional. Aunque la devaluación esperada no es observable, y aunque todavía no ha transcurrido el tiempo suficiente para generar los datos necesarios para un análisis concluyente, las transacciones realizadas desde el inicio de la nueva política monetaria arrojan el movimiento alcista del tipo de cambio del dólar citado en el primer tiro. La teoría también predice que una reducción de la tasa de interés y un aumento de la liquidez produce un aumento de la devaluación esperada, y si no se produce una reducción de la tasa de interés internacional, entonces el efecto alcista de la nueva política monetaria sobre el tipo de cambio podría manifestarse con una mayor intensidad que la registrada hasta la fecha.

Tercer Tiro

La reducción de 50 puntos básicos en la TPM ya se traspasó a la Tasa de Interés Pasiva Preferencial, cuyo promedio del cursante mes es 95 puntos menor al promedio del pasado mes de mayo, situando la devaluación esperada máxima tolerable en 3.3%. Aunque el Banco Central plantea que la reducción de la TPM “preserva un diferencial favorable de tasa de interés respecto a los Estados Unidos de América (EUA), apoyando los flujos de capitales y la inversión extranjera a nuestro país”, hay quue tomar en cuenta que un aumento en las tasas de interés de los mercados internacionales, y un sobrecalentamiento producto de un crecimiento excesivo del crédito al sector privado, son ahora los dos principales eventos macroeconómicos que podrían borrar el efecto de la apreciación cambiaria acumulada en lo que va de año. La probabilidad de que la devaluación esperada crezca aún más de lo que podría absorber la apreciación acumulada es baja, pero mayor que cero, aunque el alto nivel de reservas internacionales, y de la disposición de su uso, hacen que la posibilidad de una devaluación que saque nuevamente la inflación de su rango meta, sea muy baja.