Con una maleta cargada de dudas e incertidumbres aterrice por primera vez a las tierras de la República Popular de China (RPC), luego de una escala y un trayecto de casi veinticuatro horas como parte de la Delegación Oficial de la República Dominicana que participó en el Seminario sobre agricultura digital, desarrollo rural y reducción de la pobreza.
Una gran experiencia donde participamos en una serie de conferencias, workshops y visitas de campo, lo cual nos permitió descubrir de primera mano la cultura China y a la vez nos brindó la posibilidad de conocer aspectos desconocidos para quienes nos encontramos al otro lado del mundo, mostrando una perla que aún nos falta por descubrir.
Una perla que ha estado allí durante décadas, sin embargo, el barro de la indiferencia, la distancia y la incredulidad ha cubierto su esplendor; dejando oculta para una parte de la población la hermosura y las bondades de esta piedra preciosa en su aporte a la construcción de esta aldea global donde todos somos parte. Con una estadía compartida entre la ciudad de Beijing y Hangzhou, quisiera destacar tres elementos claves de esta perla por descubrir: su gente, su territorio y sus ciudades.
China posee una superficie de 9.6 millones de kilómetros cuadrados.
Con una población de 1,425 millones de habitantes, equivalente al 17.7% de la población mundial, su gente es uno de los elementos destacados de esta perla. La disciplina, el trabajo y el servicio a los demás resaltan desde el primer momento, características que han sido fundamentales para el desarrollo de esta gran nación. Una disciplina que garantiza la continuidad de lo planificado, dedicando tiempo a través del trabajo continuo a la obtención de resultados y con un destacado espíritu de servicio para ayudar y atender las necesidades de los demás, dedicando especial atención a aquellos que visitamos sus tierras.
Un segundo elemento por destacar es su territorio, con una superficie de 9.6 millones de kilómetros cuadrados, es el tercer país más extenso del mundo, compuesto por una variedad de sistemas geográficos donde se destacan zonas de montañas, valles, desiertos y zonas costeras. Las costas de China se extienden por 14,500 Kms, limitando la nación al este y sur; mientras que comparte frontera terrestre con catorce países, principalmente al norte y oeste. Se destaca por un lado el 14% de tierras arables, las cuales se encuentran identificadas en su política de seguridad alimentaria para satisfacer las necesidades primarias de su población y a la vez una superficie de 15.62% destinada a las áreas protegidas terrestres. Un país dividido en provincias, regiones autónomas y municipios bajo jurisdicción central; lo cual nos presenta una gestión político – administrativa que apuesta al desarrollo endógeno de cada lugar.
Finalmente, el sistema de ciudades que compone la República Popular de China muestra una combinación de una red de grandes sistemas urbanos entre los que se destacan las ciudades de Shanghái, situada como el centro poblacional más grande de China, Beijing (Pekín) donde se encuentra el centro político de la nación, la ciudad de Hangzhou, que alberga la sede central del Grupo Alibaba; al igual que ciudades como Shenzhen conocida como el “Silicon Valley Chino”. Por otro lado, avanza en la conformación de ciudades intermedias con las mismas oportunidades que las grandes urbes, para canalizar el éxodo hacia las ciudades y ordenar el entorno inmediato de las zonas rurales.
A pesar de los catorce mil kilómetros de distancia que nos separa de China y las doce horas de diferencia, la República Dominicana tiene la tarea pendiente de explorar y descubrir de manera intencional esta perla aun desconocida para muchos, cargada de historia, misterio, innovación y dedicación; su conocimiento ampliará nuestra perspectiva caribeña hacia una óptica global, aprendiendo de los retos, desafíos históricos, aspiraciones, ideales y metas proyectadas por esta gran nación.