Abinader se afana por preservar capital político

El presidente Abinader está haciendo de tripas corazón para salvar su capital político en un año pre-electoral, ya sea en lo que concierne a la seguridad pública o a las relaciones con Haití, en lo que tuvo que fijar una posición rígida al oponerse a la iniciativa de Canadá para abrir una oficina en Santo Domingo que diera apoyo a la Policía Nacional de Haití, cosa hoy superada.

Abinader utilizó su buena diplomacia para evitar malquistarse con Canadá e instruyó a su canciller, Roberto Álvarez, por consejos de diplomáticos dominicanos en el exterior, a fin de que acordara con la canciller del país norteamericano, Melanie Jolie, una declaración en la cual se reafirman “los sólidos nexos bilaterales”.

También que “Canadá y República Dominicana se comprometen a seguir trabajando juntos y con la comunidad internacional para apoyar una solución a largo plazo liderada por los propios haitianos para la crisis en curso”. Se refieren los dos países a los serios problemas de Haití donde bandas de criminales tienen en jaque a su gobierno.

La declaración de Canadá y República Dominicana recuerda la llamada que sostuvieron el pasado 30 de marzo el presidente Abinader y el primer ministro canadiense Trudeau, en la cual reconocen que “restablecer la estabilidad en Haití reducirá la carga desproporcionada sobre República Dominicana, su único vecino terrestre, incluyendo las tensiones sociales y la presión presupuestaria que se generan en los servicios sociales dominicanos”.

Abinader muy prudente

Abinader ha sido muy prudente y ha evitado los consejos de que despida al director de la Policía Nacional dominicana, general Eduardo Alberto Then, lo que sería una demostración de su desacuerdo con el manejo errático de la institución en los últimos tiempos, tanto por la inseguridad que se denuncia en que están las calles, como por los casos de arbitrariedad contra civiles.

El imponerse visitar todos los lunes el cuartel general de la institución en Santo Domingo es una decisión extrema, si no peligrosa tomando en cuenta la tupida agenda que tiene el gobernante en sus afanes de día a día, y las razones de seguridad. Al parecer asesores bien pagados de la institución no han conseguido que la misma logre su prestigio y enfrente el bandidaje callejero.

Quizás porque era muy joven, el presidente no ha ponderado que el cuartel general ha sido un antro de malhechores, donde se planificó el asesinato de los periodistas Gregorio García Castro y Orlando Martínez, y entre cuyos muros de concreto armado perdió la vida Daniel Mirambeaux, uno que estaba detenido en los 12 años y que se suicidó lanzándose desde el tercer piso.

Con un tremendo mal ejemplo que dan las bandas haitianas que tienen acorralado al régimen del primer ministro Ariel Henry, al extremo que se dice que hasta un 80% del territorio de la capital, Puerto Príncipe, está en control de diversas bandas, que a su vez enfrentan grupos contrarios armados de machetes, la situación es de grima para la parte dominicana.

Abinader tiene que evitar ruidos en un país en el cual se celebrarán elecciones de las municipalidades en febrero del 2024 y presidenciales y del Congreso, en mayo del mismo año, esperándose que el gobernante se pronuncie en favor de su reelección antes de mitad de agosto próximo, en el plazo que le da la Ley Electoral para hacerlo.

Un trago amargo

El rechazo del gobierno dominicano a que Canadá abra una oficina que sirviera de asesora a la Policía de Haití fue un trago amargo en vista de las cordiales relaciones de los dos países, pero al parecer un desliz de la parte canadiense el hacer un anuncio que no estaba coordinado debidamente. Canadá busca ahora otro país que acoja su iniciativa.

No es tan fácil que lo encuentre toda vez que los países del CARICOM quieren solución al problema haitiano, pero sin comprometerse. La República Dominicana, al rechazar la iniciativa canadiense, evitó una crisis política interna que sería mayor que una “minicrisis” como le llamó en su edición del lunes el periódico Diario Libre al inconveniente.

Tras esa “minicrisis” con un país necesario en las relaciones internacionales dominicanas, tanto por los negocios, el turismo, la recepción de las familias dominicanas que buscan mudarse a ese destino acogedor y los intereses comunes en asuntos del medio ambiente, el presidente Abinader de buena voluntad aprobó la declaración conjunta que restaña el malentendido entre los dos países.

Es evidente que la propuesta de que República Dominicana acogiera su iniciativa no fue debidamente ponderada por la cancillería de Canadá, que no tomó en consideración las sensitivas relaciones de los dos países. Quizás pensaron que estando tan cerca y con la frontera común disponible, RD sería el mejor lugar para que funcionara la oficina de seguridad. Un error.

Como señalara en su editorial del lunes 19 Listín Diario, “el país no tiene, ni ha tenido, hasta ahora, información concreta de cuál sería la función y el alcance de una célula conjunta de coordinación y seguridad que Canadá dijo que se instalaría aquí para ayudar a la Policía Nacional de Haití en el combate de las bandas criminales”.

Conveniencias de Abinader

Al presidente Abinader lo que le conviene es que sus números estén lo mejor posible de aquí a agosto cuando hará su pronunciamiento sobre la reelección. De gratis, no incurriría en el error de, para complacer a Canadá y ayudar a solucionar la crisis de Haití, poner en riesgo su presente y futuro a mediano y largo plazo, cuando la reelección no puede ser legalmente objetada.

Lo que puede estar el gobernante al final de la semana es tranquilo con los resultados de la encuesta RCC-Gallup, que afirma que un 47.7% de los encuestados simpatizan con su nombre, mientras un 28.9%, del doctor Leonel Fernández, de Fuerza del Pueblo, y 19.0, de Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana, PLD.

En la primera encuesta de abril, Abinader consiguió 48.3%, por lo que en la reciente bajó un punto; el doctor Fernández, 25.9%, por lo que ganó 3 puntos y Martínez, 18.2%, perdió 1 punto. La encuesta dice que un 50.9% votaría por Abinader si se presenta y 44.8% preferirá a otro candidato. Partidarios del ex presidente, convaleciente de una renovada infección de Covid, rechazaron los números.

Abinader podría acariciar los comentarios del directorio del Fondo Monetario Internacional, FMI, (Consulta del artículo IV con RD), según los cuales se elogia el desarrollo de la economía dominicana como una de las más dinámicas y resilientes del continente. Dice que “las perspectivas económicas son favorables, pero están sujetas a un alto grado de incertidumbre, principalmente global”.