La inflación baja y los precios también

Cuando nos acercamos al final del primer semestre de 2023, tanto las estadísticas del desempeño de la economía dominicana por lo que va del año, como las nuevas proyecciones publicadas recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), permiten albergar las mejores esperanzas de que la economía dominicana va a registrar una importante aceleración en la segunda mitad de 2023: luego de crecer apenas +1.2% hasta abril, el Producto Interno Bruto (PIB) crecería un 5.4% por el resto del año, para cerrar el año 2023 en torno a un 4.0%.

Gracias a las muy atinadas medidas de estímulo monetario anunciadas por el Banco Central, se va a recuperar el crecimiento de los rubros de mayor ponderación en el Producto Interno Bruto (PIB) tales como construcción, manufactura local y comercio, por el efecto combinado de la reducción en las tasas de interés, y la ampliación del circulante; además, este crecimiento en los niveles de producción de todos los rubros de producción nacional ayudará a que los precios de los principales artículos de consumo (y en especial alimentos y combustibles) confirmen la nueva tendencia a la baja iniciada en el pasado mes de mayo.

Las autoridades monetarias (Banco Central y Junta Monetaria) decidieron dos medidas muy contundentes: de un lado, la reducción de su Tasa de Política Monetaria (TMP) del 8.50% al 8.00%, que será seguida por recortes adicionales en los próximos meses; y del otro lado, la inyección de RD$ 94 mil millones de liquidez a través del sector financiero a una tasa de interés no mayor al 9.00%.

Estas medidas tan necesarias para recuperar la economía no hubiesen sido posibles sin el importante logro de estas mismas autoridades monetarias: la reducción acelerada de la inflación y su retorno antes de lo previsto al rango meta de 4% ± 1 % al cierre de mayo de 2023. Como resultado, la tasa de inflación medida a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue negativa en mayo 2023 (-0.20%) fenómeno que no acontecía desde mayo 2020 (-0.11%), y con eso, luego de alcanzar un nivel récord de +10.48% en mayo 2021, la inflación interanual se redujo a menos de la mitad (+4.43% en mayo de 2023), encontrándose de este modo a su más bajo nivel desde julio 2020 (+4.34%).

Definitivamente, nos encontramos ante un escenario que se está tornando sumamente favorable: la inflación baja, y los precios también.

El costo de canasta básica de bienes y servicios que alcanzaba un valor de RD$ 43,645.06 según el Banco Central, registró una disminución por -RD$ 86.58 entre abril y mayo 2023, de los cuales el 86.5% de esta caída se debe a los “Alimentos consumidos en el hogar” y, principalmente, alimentos frescos tales como: carnes (-1.71%), huevos (-1.91%), frutas (-3.25%) y legumbres (-0.66%). El otro rubro que permitió la tasa negativa de mayo fue la descongelación a la baja de los principales combustibles: gracias principalmente a la disminución de un 3.69% en el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP), se registró una baja de un -3.48% en los combustibles en el hogar y de un -0.65% en los usados en el transporte

Se espera que los precios de los alimentos y de los carburantes continúen bajando a corto plazo, mientras, el resto de los bienes y servicios de la canasta se mantengan relativamente estables; de hecho, es muy positivo observar que en mayo 2023 la inflación registrada por la canasta excluyendo Alimentos y Energéticos, apenas fue de un +0.13%.

Todo lo anterior muestra que aumentará la confianza de los consumidores, y que, gracias a precios más bajos, salarios aumentados y menores tasas de interés, el incremento en el poder adquisitivo de esos mismos consumidores se traducirá en mayor capacidad de compra, ahorro e inversión. Este regreso al optimismo de los hogares tendrá un efecto muy positivo en la demanda interna y contribuirá al crecimiento económico, ya que las empresas querrán aprovechar esta nueva ventana de oportunidades fomentadas por el buen manejo económico de las autoridades.

Del mismo modo, le tocará al equipo económico del Gobierno: i) continuar desarrollando políticas públicas de aceleración de la producción local; ii) fomentar las inversiones en sectores claves como la agricultura, la industria local, así como las infraestructuras y la logística; y iii) lograr la inclusión de las micro y pequeñas empresas a través de un acceso prioritario a los recursos liberados a través del sector financiero.

La economía dominicana vislumbra este segundo semestre 2023 con renovados niveles de optimismo. Es crucial continuar apoyando a las autoridades monetarias en su búsqueda de un desarrollo económico sostenible y en la creación de un entorno favorable para el crecimiento y la estabilidad de precios.

Y por mientras, aprovechemos el inicio de este nuevo ciclo tan favorable para la economía dominicana y para los consumidores, llegó una gran noticia: la inflación baja, y los precios también.