CONTANDO LOS HECHOS

Donald Trump en el 24, ¿Irá a la cárcel o volverá a la Casa Blanca?

El ex presidente Trump no es nada simple, es poseedor de una gran personalidad, de un fuerte carisma y de una capacidad de venderse ante los demás como pocas otras personas tienen.

El Partido Republicano lo mantiene como su candidato presidencial hasta el día de hoy. Precisamente, por esas cualidades es que se mantiene en la preferencia indiscutible de los que son sus seguidores. Hasta estos últimos días nadie ha puesto en tela de juicio el hecho de que los republicanos de fondo ven a Donald Trump como el símbolo más alto de sus aspiraciones dentro de la sociedad norteamericana.

La contraparte negativa que ya comienza a advertirse, está marcada por tres acusaciones formales que hasta ahora le han hecho dos estamentos de la justicia norteamericana, dos del Estado de Nueva York de carácter civil y una del Estado de la Florida, de jurisdicción federal, relacionada con los documentos secreto retenidos por Trump, de carácter criminal que hasta ahora están siendo juzgado por los críticos como muy graves.

Por primera vez comienza a sentirse un ligero descenso en la popularidad de Trump y una serie de candidatos a representar al Partido Republicano en las próximas elecciones, que hasta ahora no se habían atrevido a sacar la cabeza. Ya están oficializando sus pre-candidaturas. Se acercan a una docena. Todavía quedan pendientes en el aspecto legal dos demandas adicionales en el Estado de Nueva York, otra, en el Estado de Georgia y la segunda más grave es la del intento del golpe de Estado del 6 de enero con sus secuelas, que incluye al ex vicepresidente Mike Pence.

Por su parte el Partido Demócrata hasta ahora solo se plantea la confrontación Trump-Biden. Como he señalado antes, creo que Biden ya no está en condiciones de mantenerse dirigiendo el gobierno norteamericano. Algo debe de fluir.

Pronto, el Partido Republicano tendrá que decidir si sigue cargando con el bulto que podría ponerse cada día más pesado de Donald Trump o si decide salvar el pellejo y acoger otro candidato. Trump, si las cosas se siguen complicando y pierde muchos independientes, podría tener que escoger entre negociar no ser condenado y abandonar su aspiración a volver a la Casa Blanca o mantener su aspiración de manera resoluta, perder las elecciones y terminar en la cárcel.