Oye País
‘Hipersensibles’ e intolerantes
”Un periodista no puede ser amigo de un político”
José María Carrascal
La línea es muy delgada, y no debía serlo. Es una relación que aunque debe estar clara, pese a las experiencias cotidianas, no lo es.
Los políticos ‘buscan’ del favor de los periodistas para lograr sus propósitos, llegar al poder y/o mantenerse en el. Hay periodistas que les hacen el juego. El dinero parece comprarlo todo. Hay periodistas que no tienen que ser ‘tentados’ pues se ‘venden’ cual prostituta. Pero no es del todo así. Hay muchos, la mayoría, creo, confío, no ceden a las tentaciones.
Los políticos, que en sus momentos lucen todo complacientes y ‘abiertos’ con los periodistas, realmente los aborrecen y hasta los consideran sus enemigos, más cuando estos hurgan en sus incompetencias y/o sus ‘travesuras’ , como dijo uno connotado de ellos, y exponen al público sus inconductas y miserias, cuando no han podido postrarlos, no han podido comprarlos con las papeletas del delito, de la corrupción.
La descalificación es una de las armas favoritas de esos políticos, de tercera o segunda –y más cuando son funcionarios públicos que se sienten todopoderosos por el presupuesto puesto en sus manos- contra los periodistas a quienes endilgan, son capaces, cualquier cosa que se les ocurra para tratar de denigrarlos y vencerlos.
Es una lucha cotidiana que libran no pocos de los que hemos abrazado esta profesión.
El caso del Mescyt contra la Dirección del Listín Diario no es más que otro de esos episodios.
De ahí que la frase del veterano periodista y escritor español José María Carrascal cada día cobra más vigencia.