Enfoque

El anticipo y las Pymes

A propósito de la propuesta que hiciera el aspirante a la presidencia por el PLD y expresidente de la Cámara de Diputados, mi buen amigo Abel Martínez, me permito hacer algunas precisiones sobre el tema de la mecánica financiera del anticipo al pago de los impuestos sobre la renta.

Recuerdo que, siendo yo director del Consejo Nacional de Competitividad, exactamente en octubre del año 2014, al recibir un reconocimiento de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, aproveché ese escenario para llamar la atención sobre la necesidad de mejorar la competitividad de las Pymes, eliminando gradualmente el odioso anticipo. Resultaba obvio entonces y también ahora que, al reducir la carga fiscal anticipada, se fomenta la competitividad ya que las MIPYMES pueden destinar más capital a la innovación, contratación de personal y expansión de sus operaciones. En aquel momento se abogaba por una reforma integral a la que se llamaba eufemísticamente Pacto Fiscal; por lo que el llamado cayó mal a las autoridades y al propio presidente Danilo Medina, presente en el acto, y un asistente cercano así me lo hizo saber.

Resulta claro que para una Administración tributaria es difícil prescindir de ese mecanismo que permite un flujo continuo de caja evitando aumentar la deuda o solicitar préstamos puentes. Pero, por el otro lado, también las empresas, especialmente las MIPYMES cuando realizan esos avances parciales al impuesto sobre la renta reducen sus ingresos efectivos y su capacidad operativa.

Sin embargo, traer el tema al debate en estos momentos no es más que una ocurrencia electoral y en extremo populista, sobre todo viniendo de una persona que estuvo dirigiendo por 6 años, con suficiente holgura política, la Cámara de Diputados. El hoy aspirante a la candidatura presidencial estuvo en posición privilegiada para, al menos, proponerlo como iniciativa legislativa y como mínimo haberlo discutido en el proceso de aprobación del Presupuesto que anualmente lleva a cabo el Congreso.

El anticipo no es un impuesto reciente. Fue creado cuando el Estado dominicano tenía una necesidad latente de contar con una mayor disponibilidad de recursos a lo largo del año. Antes de esta medida, la mayoría de las empresas realizaban el pago del impuesto en el mes de abril, lo que limitaba la disponibilidad de fondos para el Gobierno durante el resto del año. En ese sentido, el objetivo del anticipo fue proporcionar al Estado un flujo gradual de ingresos, brindándole un alivio financiero continuo que actualmente representa unos RD$8,000 millones mensuales.

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