vivencias

El hombre íntegro

¿Es posible medir las facultades del hombre y su desarrollo íntegro, armónico y jerarquizado? Entiendo que sí, partiendo de la impronta de hombre justo y responsable en todos los ámbitos de su vida temporal, como fue la de Virgilio Bello Rosa.

Una oda no sería suficiente para destacar la recta conciencia del querido amigo Virgilio, quien siempre estuvo “estrechamente relacionado con la percepción y la realización práctica de los valores morales”, más que esto, a través del carácter moral y la coherencia con que siempre condujo sus actos, primó siempre el imperativo de la ley moral.

Despedimos a un hombre íntegro en todo cuanto concierne a su personalidad y la armonía que le caracterizó entre la razón y la voluntad, sin duda, siempre será un referente ético de cuál debe ser el centro, criterio y modelo del liderazgo político.

En este desarrollo íntegro y armónico de todas sus potencialidades, los dones y talentos que Dios concedió a Virgilio los puso al servicio de los demás. Como persona coherente que amó y buscó la verdad, siempre ajustó su comportamiento a esta.

Una coherencia que lo llevó a tomar decisiones conforme a sus principios y dignidad como persona, una voluntad que estuvo en sintonía con su entendimiento y palabras expresadas de acuerdo con la verdad

En su proyecto ético de vida predicó con su vida personal, familiar y profesional. De esto deben sentirse orgullosos sus hijos Virgilio, Wilfredo, Luz Indhira y Nathalie Bello González. Por igual su compañera de toda la vida mi querida hermana Miriam González Duran. En verdad, aquel que “camina con integridad va seguro (Proverbios 10,9). 

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