Más de lo mismo
Las alcaldías del país están necesitando verdaderos políticos. Que estén capacitados para asumir la posición y que el norte de la gestión no esté basado en “intenciones”, sino en voluntad y ejecución.
Según lo establece la Ley 176-07 de la Constitución, el Gobierno de la Ciudad, de manera descentralizada, representa la administración básica del Estado, que se encuentra enclavado en un territorio que le es propio. Con esta breve explicación se logra entender un poco más su importancia.
Es evidente que muchas alcaldías no están cumpliendo con sus responsabilidades y reclamos de los ciudadanos. Sin embargo, las municipalidades correspondientes al Distrito Nacional y Santo Domingo Este tienen que tomar otro rumbo.
La titular del Distrito, persiguiendo likes de las redes sociales y atendiendo la popularidad mediática, evade problemas que por años asedian a las municipalidades.
Carencias en la construcción de aceras donde los ciudadanos de a pie puedan refugiarse del terror, vendedores apostados en las vías de manera desorganizada, construcciones que irrespetan las regulaciones.
Sin olvidar las cañadas que afectan a muchos barrios, como es el caso de Las 800, en Los Ríos. Cientos de problemas que en fin, la solución de los funcionarios es asistir a actividades sociales, pensar que todo está bien, y dormir tranquilos.
En cambio, el funcionario del cabildo de la región Este de Santo Domingo continúa enfocado en desentenderse de la cantidad de basura que allí permanece. No cesan las denuncias de los residentes sobre los desechos que brillan con el sol. Parece que los camiones de basura solo laboran en el sector del funcionario encargado.
Invito al Congreso a que se den una vuelta por todos los cabildos del territorio nacional para asumir sus responsabilidades de rol fiscalizador y conozcan la personificación de esta inaceptable incompetencia.
A pesar de que aún no inician los plazos para las campañas políticas, desde ahora se evidencia la movilización de muchos dirigentes en gobernar el Ayuntamiento de la capital. La variedad dentro de las contiendas electorales siempre será positiva, sólo tendremos que confiar en las decisiones de los electores y las promesas de los aspirantes. Parece fácil, pero siempre perdemos a la hora de depositar el voto por quien creemos mejor.