Líbranos de la corrupción
Volvamos la mirada otra vez a la corrupción. Clamemos que la lucha contra la corrupción política y otro tipo de corrupción siga. Pero también hablemos de todo tipo de corrupción y contra la que se gesta en algunos hogares, sectores de la vida y en algunas instituciones no políticas.
¡Lucha contra la corrupción política y fuera de la política! Muchos se fijan solo en la corrupción política, pero hay que mirar qué corrupciones hay a mi alrededor o qué corrupciones tengo yo mismo.
Por eso: ¡Señor líbranos de la corrupción! y a todos gritamos: “líbranos de la corrupción!, porque la corrupción trae -lo sabemos- mucho daño.
El que es corrupto daña físicamente, moralmente, daña económicamente en todos los sentidos. Repitamos una y otra vez sobre todo en estas navidades: ¡líbranos de la corrupción!
Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.