El péndulo a la derecha e izquierda
Queriendo se músico, hará unas décadas, me topé con un péndulo, un metrónomo para ajustarse al tiempo musical.
Fue en casa de René Merette que ese instrumento tomó importancia, donde doña Mery Fernández de Newbold, había estado ahí, pero todavía no entraba en función.
El girar de la barilla de un lado a otro, llamó mi atención, como el mundo ahora, que parece girar de un extremo a otro, pérdidas, quizás para siempre, las ideologías, sus remanentes modernos giran de pronto desde una izquierda imprecisa, hasta una derecha que no es tan derecha, aunque se pase a veces.
Latinoamérica, gira a la izquierda, Castro, Boric, Petro y seguro el domingo, Lula Da Silva, mientras que, “la vieja Europa”, gira más a la derecha, ultra o no, Polonia, el Reino Unido, Hungría y ahora Italia con Giorgia Meloni.
El metrónomo girando en tiempos distintos en América y en Europa. ¿Qué impacto tendrá Meloni en Italia? De seguro no tan autoritaria como su referente “el duce” Mussolini, pero ¿Tendrá éxito, dará estabilidad a su país?
No hay que dudar de la democracia allí, pero el autoritarismo está tan en boga, a ambos lados del péndulo, que no se sabe ya que esperar, con la gente batiendo palmas por un autoritario, que le pasa por encima a la constitución, en pura derecha, Nayib Bukele, muy popular, al tiempo que persigue periodistas, jueces y pandillas, a su modo y sin ningún rubor por las leyes de su país.
Mientras a la izquierda Los Ortega hace rato que borraron a Sandino, para erigir a Somoza como el paradigma de sus desmanes, ni qué decir de la “increíble y triste historia de Venezuela y su gobierno desalmado”, parafraseando al Gabo.
Hasta los Estados Unidos, han tenido su dosis de populismo y autoritarismo irresponsable, con el insólito Trump, que sigue sorprendiéndonos con cada nuevo destape de sus desmanes. No lo digo yo, lo dicen sus antiguos colaboradores, John Bolton incluido.
No sabe uno si culpar de estos peligrosos giros del mundo a la redefinición de las ideologías en curso, al Covid, a las redes, o las fases de la luna, lo claro es que ya no hay certeza ni a la izquierda ni a la derecha. Tiempo de redefinición ideológica.
Jacques Attali, recuerda esta semana que la amenaza de apretar el botón nuclear, que antes era rojo, de Vladimir Putin, no es la segunda, es la tercera del mundo, la primera con Nikita Khrushchev, en la crisis de los misiles en el 62, de la que nos salvó la diplomacia o la suerte.
La segunda, que pocos conocíamos, la de Constantin Chernenko, de la que Attali fue testigo, al acompañar a Miterrand en el encuentro con el líder soviético, salvados por pura suerte, con la muerte temprana de Chernenko.
¿Tocará a la suerte o la diplomacia jugar esta nueva basa ante un Putin al que Ucrania le ha resultado un hueso duro de roer?
El reloj, o su par, el péndulo, marcarían el tiempo de la desgracia o de la paz.
La nuclear, es sólo una de las amenazas del presente, la más letal.
Uno espera que él péndulo termine aportando la sensatez que el mundo necesita, de las izquierdas y derechas, cuando el objetivo es o debería ser, el bienestar de los seres humanos.