¿Es relativa la coherencia?

Resulta de interés conocer si es o no relativa la coherencia atendiendo a que ser coherente implica, que al actuar nuestra “voluntad esté de acuerdo con nuestro entendimiento, que nuestros actos estén de acuerdo con nuestros principios y que nuestra palabra vaya de acuerdo con la verdad”.

En realidad, referida la coherencia a una persona, significa que esta tiene cohesión, esto es, la unión entre lo que se proclama o dice, y su actuar en consecuencia. De modo que, si se aplica este concepto a los valores, puede decirse que se es coherente cuando se conjugan en un mismo accionar la voluntad, el entendimiento, los principios y la verdad, teniendo en cuenta, que en el tránsito de la vida temporal no se pueden torcer a conveniencia estos viviendo una farsa o pobre representación teatral.

Se dice con razón, que la coherencia es el “valor que nos hace ser personas de una pieza, actuando siempre de acuerdo con nuestros principios”, que equivale a la correcta conducta que debemos mantener en todo momento, sustentada en los principios innegociables que marcan nuestra identidad y dignidad.

Para ser coherente se precisa de una firmeza y postura que no admita subterfugios, pero también de un criterio bien formado para no caer en la obstinación, esto es, un vector, que sea capaz de “fortalecer el carácter y desarrollar la prudencia, con un comportamiento verdaderamente auténtico”. Decía Ralph Waldo Emerson, que se “buscan héroes, gente extraordinaria en un mundo ordinario”.