1. Esas reformas de las que tanto se habla, como la fiscal, la eléctrica y la laboral, ¿serán algún día una realidad? Sí, pero nadie sabe cuándo.

2. ¿Tiene sentido hacer reformas que afec­ten la imagen de un gobierno con gran respaldo de los ciudadanos? No, en términos políticos, pero si no lo hace pondrá en riesgo la estabilidad económi­ca pagando un costo político mucho más alto.

3. ¿Hay solución para el sector eléctrico? No, hasta que se privatice, porque es la única vía de so­lucionar esa pesadilla, pero nadie quiere enfrentar esa verdad.