VIVENCIAS

Análisis psicológico del egoísmo

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Juan F. Puello HerreraSanto Domingo

Desde hace bastante tiempo he estado releyendo El Miedo a la libertad de Erich Fromm (Buenos Aires: Editorial Paidós, 1988), y he puesto atención al análisis que hace sobre el egoísmo (selfisness) (pp. 147-149). Refiere Fromm que el egoísmo es una forma de codicia, y como tal es insaciable, parecido a un pozo sin fondo que agota en extremo a la persona en un esfuerzo interminable para satisfacer cualquier necesidad sin sentirse nunca satisfecho.

En este análisis se observa, que el egoísta sufre de una angustia patológica por temor a ser despojado de alguna cosa, además de consumirse por la envidia por aquellos que logran algo más; en esencia, el egoísta no se quiere a sí mismo, sino que se tiene una profunda aversión.

En fin, Fromm intenta demostrar que el egoísmo se fundamenta en la “carencia de autoafirmación del yo real, en la carencia de autoformación y amor hacia el yo real, esto es, hacia todo el ser humano concreto junto con sus potencialidades”.

Sin duda, el egoísmo es lo contrario del verdadero amor, por tanto, amar es la expresión autentica de todo el pensamiento cristiano, en la que cada persona habiéndolo recibido como un don de Dios, se acepta a sí mismo como tal y se hace un don para los demás.

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