OYE PAÍS
Compromiso de todos
La situación de crisis sanitaria, económica y social que vive el país a consecuencia de la pandemia, impone medidas drásticas que exigen a Gobierno y sociedad remar juntos hacia un mismo lugar, o difícilmente llegaremos a puerto seguro.
La estructura institucional en que descansa el ejercicio de Gobierno no está diseñada para ser popular o impopular. Como cabeza del Estado, el Gobierno tiene el mandato de imponer cuantas medidas sean necesarias en favor de la colectividad. La popularidad y/o impopularidad de esas decisiones se medirá por sus resultados. La sociedad, en su conjunto, tiene responsabilidades similares, y hasta mayor, cuando de enfrentar una crisis como la actual se trata.
Estamos en un repunte de la pandemia. Las estadísticas del Ministerio de Salud así lo indican. La gente está harta de cuarentena, de distanciamiento social, familia incluida, de precariedades en su vida cotidiana, de estrechez económica, de un futuro incierto. Pero ello no le exime de cumplir su responsabilidad como ciudadanos. El Gobierno está en la obligación de disponer acciones muchas veces odiosas, como el toque de queda, la restricción de aglomeraciones, el uso de mascarillas, y garantizar que su cumplimiento sea sin atropellos, sin violaciones a los derechos, sin dudas de que la autoridad no se aprovecha para sacar beneficios de los violadores. Si logramos ese equilibrio, será mucho menos difícil vencer la pandemia y sus estragos menos dolorosos, para todos.
El editorial de este martes de Listín, ‘En la cuerda floja’, mete el bisturí en el fondo de la herida, indica dónde está el cáncer y como extirparlo.