El domingo sagrado
El comité Político del PLD aprobó en su reunión del pasado sábado seguir reuniéndose una vez al mes, pero domingo y no lunes. Las razones no están claras, y ojalá que los fines de semana, sagrados para los dirigentes que poseen villas en las afueras de la capital, no afecte la programación.
La nomenclatura peledeísta no come cuento y los “burgueses” no sacrifican por nada ni nadie su ocio. El partido les sirvió, y les sirvió bien. Que no espere el partido que ellos, los beneficiarios de un largo ejercicio de poder, le devuelvan el favor.
No obstante podría pensarse en una estrategia mediática. La convocatoria domingo tendría la ventaja de que la semana arrancaría con el PLD como noticia principal.
Aunque lo importante políticamente hablando fue la decisión de apoyar las planchas que el PRM presente en las cámaras, y en la medida de lo posible, las iniciativas que provengan del poder Ejecutivo.
No es oposición constructiva, no es sumisión, ni colaboracionismo. Simplemente mostrar nobleza y ver hasta dónde el PRM acepta la convivencia. La cita era para el lunes 3 y se dejó para el sábado 8, y en política, aunque también se juega al azar, no conviene confiarse al destino. Martí diría lo que los peledeístas aprendieron por boca de Bosch: En política hay cosas que se ven y cosas que no se ven. Entre las que no se ven está el designio del gobierno norteamericano, que se metió hasta la tambora a favor de Luis Abinader, y que de seguro hará de tutor. ¿Querrá Pompeo que el régimen entrante anule todo lo que signifique PLD y someta a la justicia a todos los depredadores de fondos públicos? ¿O en cambio aconsejará una línea de observación, por lo menos durante los primeros cien días, de manera que si no continuidad, tampoco ruptura? Niega que vaya a aplicar aplanadora, pero solo falta Thelma Frías. Tampoco que habrá retaliación, pero el encargo va a manos de un Independiente.
El PLD se viste como boyscout, habrá que ver si hay entendimiento en el campamento.