SONDEO

Despejando el camino

Avatar del Listín Diario
Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

Había temores y sospechas con respecto a la votación de los dominicanos en el exterior en las elecciones de julio próxi­mo que, en los últimos días, se han ido disipando y los aparentes obstáculos han ido desapareciendo del escenario. Tras diversas incógnitas y la doble versión que le atribuían lentitud en los preparativos al órga­no electoral y a sectores políticos oficiales la intención de boicotear el sufragio de los na­tivos fuera del país, las condiciones se están dando cada vez más en firme para que el pro­ceso pueda llevarse a cabo, como manda la ley. Ya sin las excusas y argucias iniciales, de­claraciones de autoridades españolas y nor­teamericanas de no objeción , y del propio titular del la JCE, el doctor Julio César Casta­ños, van rodeando de optimismo el ambien­te electoral para que se cumpla, sin mayores tropiezos, el mandato constitucional en fa­vor de que los dominicanos en el exterior - casi 600 mil empadronados - puedan ejercer el sufragio, y elegir a siete diputados que los representen(art.81), así como al presidente, al vicepresidente y los representantes al con­greso de su país (ley 15-19,art. 106).Como bien le sugiriera la FINJUS, la JCE - pendien­te de hacer la proclama de rigor ,y que re­claman los partidos de oposición-“ tiene que definir cuanto antes el tema del voto en el ex­terior y hacerlo por conveniencia propia ,pues cualquier demora que impida los comicios les será atribuida a la entidad electoral, y com­prometerá la responsabilidad personal de sus jueces”. La JCE debe curarse en salud y evitar­se problemas de imagen y de ley. Y es que de­recho y mandato en favor del sufragio de los dominicanos aplican igual para los que votan aquí y para los que lo hacen fuera.

El voto del exterior, más del 6% del total, es clave en el resultado final. De ahí que sea punto que resolver, para no dar pie a una eventual nulidad del proceso por vicios de in­constitucionalidad. Por eso, complace que el magistrado Castaños dijera que por apatía no se va a ser, porque se hará - a tono con la ley - todo lo que se tenga que hacer para que las votaciones de los dominicanos en el exterior se den. Y lo cierto es que el monta­je, creación de las condiciones y hasta la vía a escoger, dada la situación especial (local y foránea), atañen a la JCE, pero la decisión y el mandato es de la Constitución de la Re­publica, que no se debe violar ni interpre­tar. Entonces, si hay la disposición de que el proceso sea sano y sin traumas, y en el pla­no internacional solo hay que observar las normas de salubridad de cada país, la JCE debe tomar la palabra y proceder al monta­je y la proclama, sin demora.

Tags relacionados