El coronavirus

¿Será el coronavirus el producto de una práctica mafiosa de algunos emporios farmacéuticos en el mundo, creadores de enfermedades para aumentar sus grandes riquezas? En la mutación de este conocido virus, ¿actuaron manos criminales para crear una pandemia dependiente de nuevas fórmulas farmacéuticas, generadoras de grandes capitales económicos a sus inductores silentes? En su historia, la industria farmacéutica ha sido una de las más rentables del mundo; hoy que caminamos hacia un nuevo orden criminal, la farmacéutica no ha sido la excepción de la mano del crimen organizado. En países desarrollados se padece del salvajismo de producir medicamentos para ciudadanos sanos, haciendo dependientes de estos medicamentos a millares de personas. Su activo es la manipulación inescrupulosa de la vital necesidad del hombre en su lucha por lograr su salud. Lo doloso de ciertas franquicias farmacéuticas es transformar e inducir enfermedades y así lograr el éxito de sus ventas, sensibilizando a la gente mediante campañas mercadológicas, congresos a médicos e investigadores, y así patentizar subrepticiamente el consumo de sus productos. Hagamos conciencia adoptando medidas para salvaguardar nuestra salud pública. Observemos el proceso y no entremos en pánico.