PENSANDO
Deformación estética del arte
Hoy, los valores conceptuales en la estética dejaron de ser importantes. En una sociedad consumista, sacrificaron el arte en su belleza para romper las normas con irresponsabilidad. Se afectan el lenguaje, los modales y hasta la pureza de las relaciones interpersonales; los placeres quedan por encima de lo instructivo, vulnerando la ética que es base de nuestro valor personal. La deformación del arte va sustancialmente unida al abandono de la ética, transitando por las metas propuestas, sin asumir el mensaje de los valores que nos exigen para lograr la sanidad de nuestros propósitos. Hoy día, la falta de transparencia es parte de un producto socio político que no obedece al fin supremo de equidad y justicia social, que todos debemos recibir a través del arte para actuar consecuentemente por el bien común. La belleza reflejaba antes el valor de la honestidad, justicia, generosidad y bondad, porque la ética está vestida con pulcritud, alimentada con templanza, para así representar la corona de gloria que circunde en nuestra frente. ¡Feliz el hombre que la reciba a través del mensaje del arte!