Trump, el ‘Jesucristo’ blanco

Ted Kennedy una vez reveló que Bill Clinton, le comentó que Barack Obama, en “circunstancias normales” estaría “sirviéndonos café, no compitiendo por nuestros empleos”.

En una conversación entre Richard Nixon y Ronald Reagan, dijeron que los negros eran monos, “monos con zapatos”.

Según Joe Biden los “niños pobres” pueden ser “brillantes” como los “niños blancos” (los blancos ricos nacen brillantes).

Hoy la educación pública estadounidense está más segregada que en 1964, cuando aprobaron integrarlas con los Derechos Civiles. Todos los gobiernos, desde 1965, crearon esta realidad, Trump y Obama, la encontraron, ninguno la cambió. El pecado de Trump es decir públicamente lo que otros comentan privadamente. Quienes lo acusan de racista, crearon y callaron esto.

Crucificar a Trump por racista sería convertirlo en Jesucristo, pagará los pecados de todos los racistas del mundo. Redimidos, como los cristianos, los racistas se multiplicarán y pecarán más.