Sicariato aterrador

El brazo ejecutor del crimen organizado es el sicariato, dejando a la sociedad lacerada física y moralmente cuando ve caer a uno de sus miembros, víctima de esta ideología violenta de imponer sus procedimientos delictivos.

En su desarrollo, la familia crece aterrorizada por la inseguridad que representa luchar en favor de aportar a través de sus miembros, estereotipos de superación con base a códigos que solventen la ética y las buenas costumbres.

El sicariato está al servicio del delito en todas sus manifestaciones y lo más tenebroso de este procedimiento criminal es la complicidad de la autoridad cuando es filtrada por criminales, compartiendo así estos procedimientos que destruyen el clima de seguridad y confianza, que representa preservar los valores y principios más elevados de convivencia sana y ejemplar.

Es preocupante que las garantías de desarrollarnos respetando la ley y los procedimientos legales pasen a manos de la delincuencia.

Esta actividad delictiva es la puerta de entrada de la disolución de un sistema de seguridad ciudadana.

No perdamos la batalla por la seguridad de nuestros hijos.