Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EL DEDO EN EL GATILLO

Usted es el culpable…

La frase “para llegar a las altas cumbres hay que transitar por los caminos más escarpados” es de Carlos Marx. La escribió en su introducción a la segunda edición francesa de El Capital. No voy a explicar su significado con el que todos los mortales, ideología aparte, debemos estar de acuerdo.

El hecho de recordarla es por su coincidencia con el contenido de unos versos del poeta cubano Manuel Navarro Luna, quien desde su lejana ciudad oriental escribió: “Ha de andar toda la noche/quien quiere llegar al día”.

La historia del poeta guantanamero fue singular. Junto a Nicolás Guillén era miembro del Partido Comunista de Cuba en tiempos del dictador Fulgencio Batista. Hombre sencillo, humilde, pero brillante, sobresalía también por sus firmes convicciones. El gran amor de su vida fue su madre, doña Martína. A ella dedicó, poco después de su muerte, la primera elegía en décimas de la literatura cubana. Sus dos versos finales son antológicos: “Morí cuando ella murió/ y me enterraron con ella”.

Estos versos no cayeron muy bien dentro de la cúpula roja cubana. Por ellos, el poeta fue criticado y sancionado del Partido. La comunidad cultural se sintió separada de aquella decisión extremista. Pero nada se dijo entonces. Eso ocurrió en tiempos de Batista, pero aquella sanción lo marcó de por vida. Al triunfo de la Revolución y durante sus primeros años, muchos no querían comulgar con Navarro Luna por la marca dejada en su expediente político por aquellos que lo escupieron por morir moralmente junto a su madre. No debía ser la actitud de un hombre que se decía seguidor de Carlos Marx. Sin embargo, su literatura siempre será un referente antillano para entender a Marx y una de las épicas más conmovedoras del Caribe hispano.

Navarro Luna nunca dejó de ser comunista, al igual que Guillén. Pero no eso no impidió que su cerebro ignorara por siempre el goteo de sus lágrimas.

He conocido personas que se han destruido tras la muerte materna. Pero ninguna de ellas tuvo un significado que llegara a convertirse en símbolo de hombradía, y a la vez, metáfora de un país entero.

Tags relacionados