San Nicolás

La fiesta de San Nicolás hace parte del sentido alegre de este mes de diciembre y de las navidades, alegría que se experimenta en el dar y en el darse.

Es muy interesante de cómo San Nicolás, cuya fiesta era celebrada por un obispo en los países nórdicos, se dedicó a ayudar a las muchachas que no podían casarse y lo hacían tirándole las dotes que necesitaban por la ventana. En Navidad se tomó esa imagen en esos países para celebrar la Navidad, y hace parte de la Navidad.

Es el papá, Nicolás, Papá Noel -como se le llame en cualquiera de nuestras lenguas-, el que hace parte de la Navidad y hace parte de la alegría, porque en diciembre se celebraba esa fiesta.

Hoy le podemos llamar, en las lenguas que oímos, de esa manera, pero San Nicolás es el símbolo del que da, del que se entrega, que es ser parte de la Navidad, es fiesta y hace parte de la alegría, la alegría de dar y la alegría de darse.

Nicolás recuerda la alegría que hay que darse; Navidad es símbolo de la alegría, pero para sentirse alegre, hay que dar, como dice un texto bíblico: “hay más alegría en dar que en recibir”.

Los que tienen esa experiencia, den testimonio de esto: de la felicidad que se da en dar, como hacía Nicolás, en el siglo III, que en el dar hacía feliz a la gente y en el dar en esos países nórdicos, al celebrar sus fiestas, también sentían alegría.

Necesitamos la alegría, necesitamos la felicidad, y en la felicidad hay que hacer igual que el obispo Nicolás: dar.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.