Caso Odebrecht, otra arma de Danilo

Los muñecos del ventrílocuo son los testaferros de la reelección. Los colocan en diferentes escenarios, pero su misión es lograr que se cuele el continuismo. Ahora en el proscenio de teatro de Danilo Medina actúa el Procurador General de la República quien usa un traje de espantajo para meterle miedo a los políticos contrarios.

Jean Alain Rodríguez está vestido de espantapájaros parlante. Usa el cargo como fortaleza para que sus denuestos alcancen el nivel de titulares. Con una andanada mediática fuera del tribunal, desacredita a los imputados en el caso Odebrecht para que haya una condena en la mente de las masas.

Este truculento e ilegal artificio es para cubrirse por si su incompetencia culmina con un expediente inválido o anémico de pruebas. La intención es de antemano cargar la culpa a los jueces que examinarán el legajo. O de pasada, presionar a los jueces para forzar a condenas sin fundamento.

La Constitución consagra la inocencia de todo imputado hasta condena irrevocable. Creo que los dirigentes políticos no ocupan lugares en el Santoral, pero tampoco son dechados del infierno. Son humanos y con derechos al respeto. El Procurador debe atenerse al debido proceso para que otros no sean víctimas de sus desaciertos, como los descargados por insuficiencia de pruebas que están enlodados con sus calumnias.

Este proceso está cargado de política. El Procurador habla desde su tribuna como un dirigente político en una patana, agrediendo honras a diestro y siniestro. Las culpas hay que probarlas en un tribunal. No son justas las condenas de antemano.

Una somera mirada ante la actuación de Rodríguez lo retrata como otro muñeco del ventrílocuo. En el expediente los danilistas están libres de cargos, no obstante ser éste el período de mayores vínculos con la empresa brasileña. Los políticos inculpados de mayor relevancia son del PRM. El presidente y el secretario general del partido opositor están en la red, precisamente porque su organización no hizo el juego a las primarias abiertas.

El Procurador castiga a los que no se hincaron ante el danilismo. Los dirigentes del PRM son acosados al entender que las primarias abiertas son la primera fase de la reelección y aunque el vocero de ese partido ante la Cámara de Diputados fue sacado del expediente, lo tienen a soga corta.

Odebrecht también es una lanza a conveniencia de la reelección.