PANCARTA
Ni parches ni sedantes
En artículos recientes hablo del tiro de gracia a la partidocracia, el 15 de mayo. Hace un mes solicité a múltiples excandidatos escribir sus experiencias. Un borrador pendiente de debatirse refleja ese colapso. Veamos.
- Se vulneraron “todos los principios propios del régimen democrático”.
- El proceso electoral se caracterizó “por el manejo arbitrario de la Constitución de la República”.
- El poder político actual llevó “a su máxima expresión el uso del patrimonio público”, y manejos “fraudulentos para mantenerse administrando los recursos de esta nación”.
- “Diversos testimonios aportaron pruebas de irregularidades consecuencias de un plan fraudulento”.
- Hubo complicidad del poder político y la JCE “en el montaje de las elecciones fraudulentas”.
- El Palacio instrumentó una burda mezcla de poderes del Estado para imponer la reforma reeleccionista haciendo del Congreso un mercado público.
- Solo la constitucional distancia entre los poderes estatales “reduciría el control excesivo del Palacio, fuente de autoritarismo, arbitrariedad y de una aberrante ilegalidad que atrofia derechos ciudadanos”.
- Aquí las leyes solo “amparan a los poderosos”. “No rigen principios que guíen la elección de nuestra representación mediante elecciones nacionales. Los gobernantes eligen sus funcionarios para aprovechar sus investiduras y sacar beneficios personales o realizar funciones con antiojeras vinculadas a la corrupción palpitante en su entorno, garantizando el poder del cargo y sus funciones”.
- El documento precisa: es injusto de pasarse cuatro años viendo pasar los problemas de la ciudadanía.
- Agrega: “La democracia se construye con la defensa permanente de los derechos y la participación amplia de la ciudadanía y de las organizaciones”.
- Una democracia incluye los diversos intereses sociales y políticos, individuales y colectivos.
- Debemos construir una democracia participativa y deliberativa, que permita la integración de cada ciudadano y ciudadana, a ser gerente de sus propios derechos.
- La anterior exposición demuestra la extrema gravedad del secuestro de la democracia en República Dominicana, siendo necesario edificar una sociedad compromisaria con una ciudadanía subyugada, excluida de sus derechos esenciales.
Con la masificación del transfuguismo (entre oficialismo y el PRM con los reformistas), ambos recrearon la vileza del Pacto Patriótico. Con esa problemática latente, es unilateral abordar, AL VAPOR, la ley de partidos y la reforma del sistema electoral. Así no actúa la SOCIEDAD CONTESTATARIA.