En la diana

Primer tiro En la última entrega se presentaron las cinco prioridades de los “Lineamientos básicos para la elaboración del Plan de inversión en almacenamiento y distribución de agua optimizado, respecto a la vulnerabilidad territorial a las sequías y las inundaciones provocadas por el cambio climático, y tomando en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de agua y saneamiento ambiental”. Sin embargo, no se explicó que el fundamento de dicho orden de prioridad es la relación beneficio/costo de cada proyecto o decisión. Hay que señalar que mientras los costos son fáciles de identificar y de medir, en algunos casos la cuantificación de los beneficios requiere de métodos indirectos cuya aplicación debe ser validada analítica y empíricamente. Adicionalmente, han surgido nuevos datos y análisis que obligan a un reordenamiento de las dos primeras prioridades. Los tiros que siguen a continuación presentan las ampliaciones y correcciones citadas.

Segundo tiro La primera gran prioridad sería la limpieza o extracción de los sedimentos acumulados en los embalses de las principales presas del país, pues la misma no tendría ningún costo para el Estado, pues dichos sedimentos podrían tener un valor de mercado por lo menos igual a los costos de extracción. Por tanto, con cero costos de inversión y grandes beneficios medidos en recuperación de capacidad de almacenamiento, esta sería la primera prioridad. El establecimiento de un esquema de tarifa por provisión de agua para consumo humano y para la producción agrícola basada en costos marginales, y de pago por servicios ambientales hídricos a los productores ubicados en la parte alta de las principales cuencas hidrográficas pasaría a ser la segunda prioridad.

Si el aumento de los ingresos tarifarios cubre los pagos por servicios ambientales, no existiría costo de inversión para el Estado. Algunos datos disponibles sugieren que la disposición a pagar por parte del sector privado en tiempos de sequía sería mucho mayor que la tarifa, lo que estaría indicando que existe un alto potencial de financiar los pagos por servicios ambientales hídricos con los aumentos de ingresos de los ajustes tarifarios, y un costo muy reducido para el sector privado.

Tercer tiro La tercera gran prioridad es identificar, evaluar y ordenar las obras de almacenamiento en función de su relación beneficio/costo. Los análisis físicos e hidrológicos de las partes altas de las cuencas y subcuencas determinan las distribuciones de las probabilidades de inundaciones y vulnerabilidad a las sequías de los territorios y poblaciones ubicadas en las partes bajas, lo que a su vez constituye la base para la identificación y medición de los beneficios de las nuevas obras de almacenamiento.

La cuarta prioridad son los proyectos de distribución que permiten la provisión a los hogares y a los productores agrícolas. La distribución de agua requiere de grandes inversiones, y para que las mismas sean rentables se requiere que produzcan grandes beneficios, lo que es posible cuando los territorios y las poblaciones que la reciban sean las que presenten los mayores índices de vulnerabilidad hídrica. La quinta prioridad es la evaluación y ordenación de los proyectos de reforestación de las cuencas hidrográficas vulnerables en función de los valores de los servicios ecosistémicos que se recuperarían. La reforestación tiene grandes costos y sus beneficios son de largo plazo, razón por la cual ocupa el quinto lugar en orden de prioridades de inversión en agua.

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