REFLEXIÓN DEL ALMA
Inconcebible deserción educativa
Es increíble que a la República Dominicana llegue la impactante noticia del abandono de la adolescencia en Educación Media escolar, en un 30 por ciento del estudiantado, realidad verdaderamente preocupante. La educación es fundamental para el desarrollo individual y colectivo, tanto del ser humano como de todo país. En el presente la nación Dominicana tiene un Presidente consciente que se esfuerza por la educación generalizada; el dominicano debe aceptar esa maravillosa oferta derribando la terrible ignorancia; considerando la poca educación existente en gran parte de la ciudadanía sin recursos, mucho más en la extrema pobreza. El obrero dominicano con poca educación, aprende su oficio mirando a otros trabajadores en la rama elegida, logrando el sustento para su familia. Cantidad de servidumbre en hogares nacionales, prácticamente no sabe leer ni escribir; situación angustiante, a pesar del programa “Quisqueya Aprende Contigo”. ¡Existen muchísimos dominicanos que soñamos una factible mejoría para la patria; las realidades doloras tenemos que hablarlas para ser corregidas. La deserción se establece mayoritariamente en la juventud, mucho más en los varones, a pesar de que algunas adolescentes abandonan las aulas por embarazos. ¡Lo triste es que gran parte de la adolescencia no es atendida; considerando que la familia dominicana está en crisis desintegrándose! ¡Dios qué terrible, la familia que fue y es la representación de los hijos, en el presente parte de la moralidad del pasado está desapareciendo! Hay que convencerse que una juventud por su cuenta, puede caer en vicios sexuales, en drogas y delincuencia. Es muy difícil encaminar toda la ciudadanía por la carretera del bien moral y social; sin embargo, el Gobierno dominicano acostumbrado a efectuar buenas acciones, seguramente hará algo contundente y definitivo, para resolver estos casos urgentes, a través de leyes y reglamentos fuertes, porque si la juventud como base de la nación está deteriorándose nuestro país anda mal, y estará peor, sin los jóvenes dominicanos la patria estará sin ideales de futuro. Igualmente nuestro Gobierno deber ordenar la preparación de más maestros para cubrir muchas escuelas en construcción, otras listas por orden del mismo Estado. Algo que debe efectuarse enseguida para no permitir pérdida de tiempo en la educación. En mi humilde opinión necesitamos leyes, si se trata de educar una nación en evolución, que requiere de personas más cultas para finalmente poder alcanzar la solidez económica que no tenemos. Las personas sin educación, agradecerían luego de su gran esfuerzo al educarse, poder adecentar sus vidas empobrecidas por ausencia de conocimientos necesarios para evolucionar. En nuestra nación se impone realmente una educación masiva. El dominicano por más pobre que sea tiene en su casita un televisor. Se requieren charlas educativas, ofertando un regalo por más pequeño que sea para quienes se eduquen, proveniente del Ministerio de Educación. Dominicanos necesitados se encantan con rifas y juegos donde ganen algo, así ganarían lo programado como estímulo sin tener que perder jugando; éste podría ser buen incentivo de atraer a quien desee estudiar; en servidumbres y obreros, entienden que si pierden compraron esperanzas necesarias para vivir, así no necesitarían jugar. La vida diariamente se hace más difícil vivirla; los pobres pasan necesidades inimaginables, hay que endulzarles la vida. Como las mayorías dominicanas siempre juegan quinielas felices, premiarlos por graduarse sería el modo más atractivo de que todos entren en el mundo del saber, lograrían más factiblemente educarse; un país sin educación es muy triste. Es difícil expresar verdades dolorosas, pero es la única forma de mover corazones; ayudemos en lo posible, esperando que toda la ciudadanía tome el camino correcto para que finalmente la República Dominicana pueda florecer como merece.