FUERA DE CÁMARA
¿...Y qué pasaría después?
Alguna gente se pegunta: ¿Y qué pasaría si en las elecciones del dieciséis el electorado se dividiera en cuatro polos y nadie ganara en primera vuelta? La pregunta, por interesante, habría que procesarla detenidamente para montar por lo menos cuatro escenarios y lograr un mínimo de objetividad. Porque en materia electoral algunas restas suman... Y viceversa. Lo primero sería determinar cuál sería el partido y el candidato que pasarían al balotaje con el PLD dando como un hecho que ese partido ganaría las elecciones sin llegar al 50 más uno. Digamos que los candidatos sean Leonel Fernández, por el PLD, y Miguel Vargas, por el PRD. Los seguidores de Hipólito jamás apoyarían a Miguel, pero Miguel recibiría el voto de los más radicales antileonelistas, que suman mayoría en ese sector. El voto del PRM se dividiría. Además, tendría la posibilidad de negociar con el Partido Reformista, devenido hipotéticamente en el cuarto polo electoral con Quique Antún de candidato presidencial, como decía ayer. Entre Quique y Vargas hay una relación primaria que viene de sus años de estudiantes de Ingeniería en Mayagüez. El resultado de esa contienda estaría subordinado a la actitud que asuman el presidente Danilo Medina y el gobierno a partir de sus intereses futuros, indeterminados en este momento. Entre Hipólito y Leonel...El mismo escenario habría que trasladarlo al caso hipotético de que quien pase a la segunda vuelta sea Hipólito Mejía y compita en el balotaje con Leonel Fernández. Está claro que el PRD negociaría con Hipólito y le apoyaría a cambio de participar en el gobierno. Las posibilidades de Mejía se reducen significativamente en la medida en que su campaña ha estado radicalizada contra el PLD y particularmente contra Leonel hasta llegar a niveles personales, lo que induciría a los leonelistas a unificarse con el sector oficialista. Es obvio que los peledeístas sienten mayor rechazo por Mejía que por Vargas aunque a ambos quisieran batirlos en la primera vuelta y en esa dirección han actuado al alentar la división del perredeísmo, que no ha necesitado ninguna ayuda para lograrlo. Aquí se aprecia una ventaja notoria a favor de la candidatura del PLD que, aunque disminuida en comparación con contiendas anteriores, preservaría el poder con un esfuerzo extra de Leonel Fernández. Posibilidades de QuiqueLas sorpresas electorales no son comunes, pero se dan a veces. Ya lo comentaba ayer: Quique Antún está haciendo un gran esfuerzo para recuperar al PRSC, que aunque luce tarea difícil no es imposible a partir de la raigambre histórica del partido de Balaguer. Quique no tiene rechazo del electorado; al contrario, su imagen bien avenida le garantiza amplias simpatías en todos los núcleos sociales, además de que es uno de los líderes políticos más conocidos en el país por todos sus años de ejercicio. Las posibilidades de que el PRSC pueda pasar al balotaje son remotas aún en el escenario de la cuadripolaridad, tomando en cuenta que en ningún caso el PLD reduciría su votación por debajo del 45 por ciento, y el PRD y el PRM rondarían el 20 por ciento cada uno. De esa forma la votación reformista alcanzaría entre el 10 y el 15 por ciento, suficiente para determinar al ganador del balotaje... Si las matemáticas no se equivocan... como decía Balaguer.