EXPRESIONES
Así no
Esta historia tuve que escucharla dos veces para no perder ningún detalle y traerla a estas Expresiones completita. Esto sucedió: La joven iba por la avenida República de Colombia, antes del semáforo de la avenida Jacobo Majluta. De repente, dos jóvenes en una motocicleta se le acercan y, próximo a la estación Shell, ubicada en la zona, uno de estos se lanza sobre el bonete del carro y se aferra al cristal. Ella no se detiene, acelera, cruza el semáforo con el joven encima del bonete, aferrado al cristal, !increíble! Llega hasta el frente de la nueva embajada estadounidense y de inmediato salen varios agentes. La joven creyó que estaba a salvo e intentó explicarle qué pasaba, peroÖoh, sorpresa, los vigilantes de la embajada no la dejaron hablar. Le pedían insistentemente que abandonara el frente del edificio. Le decían en tono amenazante que esa era zona restringida. En lo que estos “guardianes” de la ley, protectores de vida, trataban de proteger esa mole de cemento que es el nuevo edificio de la embajada estadounidense, sin importarle la vida de la llorosa ciudadana, el delincuente abandonó la zona mientras alegaba que la joven lo había chocado. La sorpresa fue mayor para la protagonista de esta historia porque poco rato después aparecieron agentes de la AMET que intentaban llevarla detenida “por haber chocado con alguien”, pero sucede que ese alguien no estaba en la escena, porque el motociclista y su compañero, que intentaban asaltarla lanzándosele encima, ya no estaban en los alrededores. Por suerte, su esposo es abogado. Ella lo llamó, este llegó hasta el lugar y así ella pudo irse. Que le parece. Primero, una modalidad nueva de asalto que tenemos que tomar en cuenta. Si alguien se lanza sobre el bonete de su carro no se detenga. Luego, unos groseros vigilantes que ponen por encima de la protección ciudadana el cuidado de un edificio que ni siquiera ha sido habitado y luego unos agentes que tienen como compromiso proteger al ciudadano, pretenden encerrar a alguien que resistió ser asaltada, se envalentona y huye con su asaltante colgado de su carro, busca protección militar y recibe por respuesta la recriminación por detenerse al frente de un lugar SUPRA protegido. Alguien que cobra porque nosotros pagamos impuestos, aunque esté al servicio de la nación más poderosa del planeta. Usted, saque sus conclusiones. Yo, al escuchar la historia, solo atiné a decir. No señorÖ así no puede ser.