Representante ACNUR en Haití llevará 100

“No sabía que mi admirado joven abogado Gómez Torres sabía más Derecho Constitucional que Milton Ray, J.P. Castellanos, el exjuez Castillo Pantaleón y Jottin Cury hijo. De modo, pues, que cuando le toque un caso en el TC me apersonaré a ver ‘en vivo’ lo que el filósofo Alejandro Arvelo Polanco llama en su notable texto “La argumentación jurídica”, para comprobar su naiboa en la materia”, a.u. Ante la inconmensurable ausencia de Nelson Mandela (uno de los que “despiertan cada cien años, cuando despierta el pueblo”, como escribió otro inmortal: Neruda), llegó una noticia de Haití que me llenó de gozo: el delegado de la ACNUR en el vecino, que hace su trabajo gratis como lo hacía Juan Bosch, decidió ayudarnos a resolver el problema haitiano, al igual que la gente que estableció el apartheid en Sudáfrica (en lo que nosotros “nacionalizamos” a todos los haitianos sin importar cómo se llamen porque no tienen papeles ni allá, ni aquí, aunque nadie sabe por qué allá no se los dan, a no ser para traficar con ellos); él, el de Acnur, se llevará 100 haitianos para su país, y les llevará 100 más a cada uno de la familia de Vargas Llosa, aunque no se sabe dónde viven porque son errantes también. Ya se tomó la decisión de que los 13 “turmuses”, como decía mi santa madre, La Vieja Emperatriz, de la CIDH escogieron los 100 que se llevarán a sus países, lo que hace la suma de 1,300. Así Mandela estará feliz en su tumba de héroe del amor universal, pues los 4 millones porque la única forma de eliminar el ‘apartheid’ de blancos británicos, holandeses y belgas de Sudáfrica, se llevaron a sus países 100 negros de los 24 millones, sin importar que estén enfermos o sean minusválidos, pues ellos, como humanistas, no les importó su condición de salud. Pero aquello contribuyó a que los negros salieran del apartheid y hoy gobiernan el país del cono Sur de África. De modo, pues, que todo blanquito, incluyendo los procónsules de la CIDH (a los que el Presidente recibió subrepticiamente como si la responsable de la miseria que mata a los haitianos fuera la maldad dominicana), le encasquetaremos 100 haitianos por cabeza, aunque no sepamos en qué se los llevarán. ¡Ah, en las yolas decomisadas por Dominici, jefe de La Armada! Y todos bailaremos: “¡la felicidad, ja, ja, ja!”, como la vieja balada de Luisito Rey. Hay que estar vivo, don Juan, para ver hasta dónde hemos llegado faltándonos el respeto a nosotros mismo y cometiendo “genocidio étnico”, como dice el actual padre de la patria, el gran gurú que está pagándoles la deuda de la matanza que hizo el capitán Santana en 1937. ¡Ofrézcome, ánima mea! 2.- Los ‘letrólogos’.-Sólo quienes “no saben de letras” pueden llamarle ‘mediocre” al general Efraín Castillo, autor del “El síndrome de la visa” y “El personero”. Aunque no sé por qué donde los jurados leen los textos, sólo José Mármol y don Marcio Veloz Maggiolo, ganan premios y menciones. De igual manera, en un país donde la mediocridad extrema penetró todos los intersticios, hay “catedráticos” analfabestias y premian escritores que no conocen las acepciones semánticas del paradigma abstracto “desnacionalizar”. Son los “modales de la época”, diría Borges o el nivel de “vulgaridad que golpea como catapulta al hombre espiritual”, como proclamara C. Baudelaire. 3.- Grave error, papá.-“Hay muertos que van subiendo// mientras más su ataúd baja”, dicen dos versos que nuestro inmenso Cunido Cabral, papá de Peggy Vda. Peña, le escribió al héroe Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez. Como todos sabemos de quiénes eran hijos Caamaño y Fernández Domínguez, dio en el clavo “mi caudillo” don Juan cuando dijo: “La honradez y la heroicidad no se heredan”. Y yo digo: “Los hijos de los héroes, con sus excepciones, nos han salido caros”. Mi voto, por ello, saltó, si es que quiero votar por los morado, hacia Miriam Cabral, aunque los Cabral tienen una historia hermosa en RD. Antes, fue el beso a Colin Powell, luego, guardias en Irak; ahora, que la JCE y las Altas Cortes están “secuestradas”. ¿Y quién las tenía “secuestradas” desde el 98-2006? Los políticos, todos, deben dejar su ‘lacayismo’, que nadie de afuera, como en Haití, resolverá los problemas de RD.