El político: radiografía íntima
Tras la puesta en circulación de El Manejo del Poder ñensayo sobre las tácticas y estrategias empleadas por los políticos para alcanzar, mantener, reproducir y resistir el poderñ sentimos la tentación de abrir la caja de Pandora de un tema inagotable como incierto. Una especie de demonio que recurrentemente se ha apoderado de la mente de muchos autores con el fin de seducirlos, de atraerlos a una aventura fascinante como es la captura psicopolítica de esa presa intensa, vigorosa, pero escurridiza denominada político o procurador de poder. Confesamos que fuimos atrapados por esa temática prometedora de tierras ignotas, pobladas de múltiples ideologías y fantasías. Y hacia ese cosmos nos lanzamos con la esperanza de encontrar algunas constantes en las formas de actuar, sentir y pensar del político a través de la historia. No negamos, eso sí, que desde el puerto de partida nos acompañaron algunas ideas que sirvieron de base a esta exploración, las cuales jugaron un papel fundamental para evitar sesgos en el proceso. Eso no quiere decir, aclaramos, que la investigación estuvo libre de cualquier contaminante de mi mundo interno, de mi subjetividad, de mis obsesiones. Lo cierto es que nos lanzamos a la conquista conceptual del político sin reduccionismos, sin un punto de remate definitivo. Por eso, partimos de la hipótesis de que los procuradores de poder no son un producto absoluto de determinantes sociales, ni de factores naturales; que ambas variables se conjugan, interactúan e inciden, por diferentes condiciones y circunstancias, en proporciones diferentes en su troquelación; que en determinados casos el ser humano nace con una fuerte tendencia a la maldad y de que existen ambientes conformadores de hombres bondadosos y malvados. Entendimos, asimismo, que si estos seres pueden aprender a ser malos, es porque en ellos existe la posibilidad latente de introyectar la maldad. Apostamos en El Político: Radiografía Íntima, que las características manifestadas por los políticos de todos los tiempos no han variado sustancialmente. Aunque sostuvimos, igualmente, que en función de factores culturales, técnicos, sociales, económicos y políticos, algunos de estos rasgos llegan a constituir los ejes centrales articuladores de las demás características del perfil. No importa, pues, que la gama de tipos políticos sea extensa. Que abarque a hombres calculadores como Richelieu; intrigantes pragmáticos como Fouché; Impetuosos como el Papa Julio II; crueles como Agatocles; agitadores como Danton; carismáticos como De Gaulle; persistentes como Juárez; incorruptibles como Robespierre; teatrales como Mussolini; visionarios como César Augusto; íntegros como Mandela; encantadores como Kennedy; principistas como Lincoln; seductores como Alcibíades; románticos como Martí; bipolares como el Conde-Duque de Olivares; frívolos como Berlusconi; demagogos como Velazco Ibarra; resentidos como Tiberio; lujurioso como Nerón; tenebrosos como Duvalier; y psicópatas como Trujillo. En fin, no interesan esas particularidades psicopolíticas, pues al fin y al cabo estos personajes tienen en común rasgos que los identifican como parte de un perfil general que trasciende tanto a esas formas de ser como al hecho de haber sido hombres de Estado. Los propósitos generales de esta obra no son otros que explorar las formas típicas de actuación de los políticos reales y los motivos que los han llevado a comportarse de la manera en que lo hacen. En fin, con El Político: Radiografía Íntima procuramos: 1) Analizar la relación entre la política y el político; 2) Especificar los motivos que impulsan al ser humano a la búsqueda del poder, y los medios que emplea para lograrlo; 3) Investigar las relaciones entre el comportamiento político y la moral; 4) Identificar y ponderar las variables que intervienen en la construcción del político; 5) Explicar la función de la justificación de la acción política; 6) Ponderar el papel del conocimiento de la realidad en la acción política; 7) Demostrar, sin emplear necesariamente una concepción naturalista, que los rasgos que conforman el perfil del político no han variado significativamente; 8) Establecer los puntos de coincidencia y de diferencia entre el tipo político y ciertas manifestaciones psicopáticas y sociopáticas; 9; Identificar sus comportamientos esenciales; y 10) Determinar la importancia del dinero en la acción política. El texto, el primero de un proyecto que contempla tres libros, conjuga fundamentos teóricos, aspectos históricos y tácticas de poder. Por eso presentamos determinadas reglas de la acción política; tipificamos a los políticos en dos extremos: pragmáticos realistas y en éticos idealistas; analizamos modelos de políticos históricos con perfiles diferenciados como Fouché, Mirabeau, el Conde-Duque de Olivares y César Borgia. Estas variables las enlazamos con nuestra práctica política, la cual nos ayudó a capturar, tipificar, construir y valorar diferentes modalidades del proceso político como tal. La utilizamos, pero sin ejemplificarla con experiencias concretas en el país a fin de evitar proyecciones y sesgos tendenciosos en el análisis. En fin, invitamos a todos los que quieran conocer al político de carne y hueso a asistir a la puesta en circulación de nuestra obra el miércoles 11 de diciembre a las 7:30 p.m. en la Biblioteca Nacional y, desde luego, a leer el libro.